Las navieras comienzan a 'olvidarse' de la 'navegación lenta' en el transporte de contenedores

Los operadores APL y ZIM han puesto en marcha nuevos servicios en los que reducen de forma sustancial el tránsito.

14/10/2015 a las 7:36 h

El Turquoise de la naviera APL uno de los miembros de la Alianza G6 APL pone en marcha un servicio que conecta China y Estados Unidos en 13 días.

El contexto actual del mercado marítimo de contenedores está cuestionando los beneficios de la práctica conocida como 'navegación lenta', por la que los buques navegan a una velocidad inferior de aquella para la que fueron construidos con el fin de ahorrar en costes.

Al igual que sucede con el uso de los megaportacontenedores, los beneficios de la navegación lenta son cada vez menores debido al descenso en el precio del combustible, si bien es cierto que los operadores se han mostrado reacios a navegar a mayor velocidad y que algunos expertos señalan que no dejarán de aplicarla.

No obstante, ya son varios los operadores que, sin afirmar directamente su intención de suprimir esta práctica, sí han puesto en marcha nuevos servicios con tránsitos más rápidos para mercancías que precisan de más rapidez, como la producción hortofrutícola o mercancía a temperatura controlada en general.

Así, la naviera APL ha anunciado recientemente que pondrá en marcha el servicio transpacífico 'Eagle Express', que conectará con frecuencia semanal el puerto chino de Shanghai y el estadounidense de Los Angeles en sólo 13 días, siguiendo la estela del servicio China - Long Beach Express de Matson.

Por otro lado, la naviera ZIM también está ofreciendo mejores tiempos de tránsito en su servicio entre Oriente Medio y el Norte de Europa, en el marco de un acuerdo con MSC, por el que reduce en dos días el tiempo necesario para cruzar esta ruta con el fin de satisfacer las necesidades de la campaña de exportación de fruta.

Carrera lenta

Tras varios años compitiendo por ofrecer tiempos de tránsito menores que sus rivales, los operadores marítimos encontraron un consumo de combustible un 20% menor al reducir la velocidad en sólo un 10%, ya que el motor necesitaba un 25% menos de energía con esta disminución.

La navegación lenta comenzó a aplicarse con la premisa de que, si el barco no llegaba a tiempo, se aumentaría la velocidad para cumplir los plazos, pero lo cierto es que rara vez se ha aumentado la velocidad.

Además, cabe destacar que las navieras han venido mostrando su preocupación por la posibilidad de que el precio del combustible vuelva a subir en un corto periodo de tiempo, mientras que la navegación lenta también sirve para controlar el exceso de oferta que aumentaría en el mercado, aún más si cabe, si todos los buques navegasen a mayor velocidad.

En este contexto, es difícil que las actuaciones de operadores como APL y ZIM marquen el principio de la navegación lenta, pero permite a las navieras que las han puesto en marcha, separarse del espíritu gregario que caracteriza el transporte marítimo de contenedores.

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