Mercedes-Benz Vans ha producido ya cinco millones de furgonetas Sprinter en todo el mundo. En concreto, ha alcanzado este hito con una furgoneta eléctrica producida en sus instalaciones de Charleston, en Carolina del Sur, que ha sido entregada a FedEx.
El operador ya utiliza los modelos Sprinter y eSprinter para servicios interurbanos y de reparto de última milla en Norteamérica, Europa, Asia-Pacífico y Sudamérica. Es, además, uno de los primeros clientes de gran tamaño que confiaron en la marca en Estados Unidos, lo que contribuyó significativamente al crecimiento de la demanda de esta furgoneta en todo el mercado norteamericano.
Esto llevó al fabricante a ampliar la planta de Charleston en 2018. Fundada en 2006, es la única planta de furgonetas con la que cuenta en Norteamérica y fue sometida a una profunda transformación para poder producir la tercera generación de la Sprinter, permitiendo el ensamblaje pieza por pieza.
La actualización incluyó un nuevo taller de carrocería, un taller de pintura y una ampliación del área de ensamblaje existente. En la actualidad, es un ejemplo de sostenibilidad y modernidad, a lo que ha contribuido una inversión de 50 millones de dólares realizada en 2024 para apoyar el lanzamiento de la eSprinter.
Una revolución en el segmento de los comerciales
Durante tres décadas, la Sprinter ha revolucionado el segmento de los vehículos comerciales por su versatilidad, fiabilidad y bajo coste total de propiedad, y actualmente sigue prestando servicio a una amplia gama de sectores en todo el mundo. Debutó en 1995 sustituyendo a la serie TN y rápidamente estableció nuevos estándares en el segmento de los comerciales ligeros, introduciendo muchos elementos de seguridad avanzados como los frenos ABS y, más tarde, el Programa Electrónico de Estabilidad.
También destacaba por su diseño más aerodinámico, una mayor eficiencia en el consumo de combustible y una gama de motores de gasolina y diésel potentes, pero económicos. Con el lanzamiento de su segunda generación en 2006, el modelo ofrecía mayor capacidad de carga, un habitáculo más espacioso y una gama más amplia de estilos de carrocería, incluyendo chasis-cabina y minibuses.
Fue entonces cuando Mercedes-Benz amplió su mercado objetivo, comercializando la Sprinter bajo diferentes insignias como Dodge y Freightliner en Norteamérica, convirtiéndola en una opción versátil a ambos lados del Atlántico.
La tercera generación, presentada en 2018, elevó la Sprinter a otro nivel, con características tecnológicas de última generación, tales como la conectividad y los servicios digitales. El vehículo se convirtió en una oficina móvil con un sistema multimedia MBUX, telemática avanzada y funciones de asistencia a la conducción.
Hoy en día, se pueden configurar más de 1.000 versiones diferentes de este modelo, cuya generación actual ofrece aún mayor de sistemas de propulsión, incluida la tracción delantera y dos tipos de transmisión, una de ellas automática de nueve velocidades con convertidor de par. Además de Charleston, la Sprinter y la eSprinter se fabrican en Düsseldorf y Ludwigsfelde, en Alemania.