Un nuevo estudio de Mecalux y el Intelligent Logistics Systems Lab del MIT ha revelado que la inteligencia artificial y el "machine learning" ya no son herramientas experimentales en los almacenes, sino que se han convertido en motores de la productividad, la precisión y la evolución de la fuerza laboral.
La investigación, basada en las respuestas de más de 2.000 profesionales de la cadena de suministro y el almacenaje de 21 países, demuestra que más de nueve de cada diez almacenes utilizan algún tipo de IA o automatización avanzada. Los almacenes han dejado atrás las pruebas piloto aisladas y cada vez emplean más la IA en sus flujos de trabajo diarios, incluyendo la preparación de pedidos, la optimización del inventario, el mantenimiento de equipos, la planificación laboral y la monitorización de la seguridad.
Igualmente, más de la mitad de las organizaciones afirma operar de forma avanzada o totalmente automatizada, algo especialmente frecuente entre grandes empresas con redes logísticas complejas y múltiples instalaciones. Los datos, explican desde Mecalux, indican que los almacenes inteligentes ya superan a sus competidores en volumen, precisión y adaptabilidad, estando más preparadas para afrontar la volatilidad.
La mayoría de las empresas destina entre el 11 y el 30% de sus presupuestos de tecnología de almacén a iniciativas de IA y "machine learning", y el plazo promedio de amortización es de tan solo dos a tres años. Este retorno de la inversión se debe a mejoras cuantificables en la precisión del inventario, el rendimiento, la eficiencia laboral y la reducción de errores.
No obstante, a pesar de estos avances, las organizaciones siguen afrontando desafíos a medida que escalan la IA en sus operaciones, relacionados con la falta de experiencia técnica, la integración de sistemas, la calidad de los datos y el coste de implantación. Aun así, las empresas declaran contar con sólidas bases en la gestión de datos y proyectos, e identifican como aceleradores clave para la adopción continua el uso de herramientas idóneas, hojas de ruta claras, presupuestos ampliados y una mayor experiencia interna.
Según el informe, más de tres cuartas partes de las organizaciones encuestadas experimentaron un incremento de la productividad y la satisfacción de sus empleados tras la implementación de la IA, y más de la mitad declaró haber acrecentado el tamaño de su plantilla, dado que están surgiendo nuevos roles, como ingenieros de IA y ML, especialistas en automatización, expertos en mejora de procesos y científicos de datos.
Casi todas las empresas encuestadas planean ampliar su uso de la IA en los próximos dos o tres años, pues un 87% prevé aumentar sus presupuestos de IA, y el 92% ya está implementando o planificando nuevos proyectos en este campo. El informe revela que el próximo reto se centrará en las tecnologías de toma de decisiones, especialmente en la IA generativa, con aplicaciones como la documentación automatizada, la optimización de la distribución del almacén, el diseño de flujos de procesos y la generación de código para sistemas de automatización.
