Agosto es un mes que suele asociarse con la desconexión digital, lo que supone un auténtico parón para el sector de la moda online. De hecho, ocho de cada diez compañías lo consideran el peor mes del año, y en la mayoría de comercios es prácticamente residual, pues supone apenas uno de cada veinte euros de la facturación anual, correspondiente al 4% de las ventas del año.
Así lo explican desde la consultora tecnológica Wardem, que indica que algunos verticales estacionales logran romper el patrón. Es el caso de los especializados en moda de baño o accesorios de verano, que pueden registrar en agosto cifras incluso superiores a las de septiembre.
En cualquier caso, períodos valle como el de agosto deben ser vistos como una oportunidad para la optimización, apostando por tareas como auditar la infraestructura tecnológica, refinar la segmentación de audiencias y planificar campañas de marketing digital.
El noveno mes del año, por su parte, concentra entre el 6% y el 9% de la facturación anual, con un incremento medio de ventas del 60% respecto a agosto y, en algunos casos, duplicando la facturación del mes anterior.
Es el mes que marca el verdadero arranque del último trimestre en términos comerciales, que puede representar hasta 1 de cada 11 euros de la facturación total. La recuperación inmediata que marca la llegada de septiembre se debe al repunte de la actividad digital y se traduce en un aumento de las ventas de entre un 40% y un 90% respecto a agosto.
De esta manera, da comienzo la campaña de otoño e invierno, que culmina con hitos como el Black Friday y la Navidad, y que puede llegar a concentrar hasta el 40% de las ventas anuales de un e-commerce de moda. En este sentido, es importante contar con una estrategia digital robusta y adaptable para afrontar con éxito los picos de tráfico y ventas.
Todo ello, indican desde Wardem, requiere acciones que van desde la optimización de la experiencia de usuario y la personalización de la oferta, hasta la integración de datos para una toma de decisiones más informada, asegurando que los e-commerce no solo respondan a la demanda, sino que la generen de manera proactiva.
