Los salarios poco competitivos para perfiles cualificados en comparación con otros sectores, el desgaste de la profesión y la falta de atractivo para puestos operativos son los principales obstáculos para captar profesionales en la actividad logística, según la segunda edición de “El gran libro de la Supply Chain en España. Una actividad en movimiento”, presentado esta semana por el Centro Español de Logística y ManpowerGroup.
El informe apunta que, en un contexto de subida del coste de la vida, la desactualización salarial se coloca por primera vez en la primera posición como barrera para incorporar nuevos trabajadores en la actividad, toda vez que afecta al 18,2% de las compañías encuestadas, frente al 13,1% del año pasado.
Así mismo, el trabajo señala que el 84% de las empresas declara dificultades para cubrir vacantes debido a la escasez de perfiles cualificados, la rotación y el relevo generacional”. A ello se suman la percepción de que el sector es menos atractivo que otros, con un 13,7%, y la elevada exigencia física y horaria de los puestos operativos.
Por otro lado, el estudio también refleja una transformación cultural en marcha. En este sentido, la formación específica y la promoción interna son ya las medidas más implantadas, con un 21,6%, seguidas por la búsqueda de nuevos nichos de talento, como perfiles sénior o la retención de profesionales estratégicos, aunque no haya vacantes inmediatas.
De igual modo, se constata un incremento de las políticas de bienestar, flexibilidad horaria y apoyo emocional, que junto con la formación continua se consolidan como pilares estratégicos para la fidelización.
En cuanto a perfiles, se observa un cambio claro hacia las competencias digitales, con mayor demanda en departamentos de Proyectos con un 12,2%, Transporte y Movilidad con 10,7% y Sistemas/IT con un 10,1%. Este giro contrasta con informes anteriores, donde los perfiles de almacén, administración o comercial ocupaban las primeras posiciones.
Además, la percepción de la tecnología como amenaza para el empleo pierde fuerza, ya que solo el 41,5% cree que la inteligencia artificial y la automatización no destruirán empleo, frente al 70% que pensaba tal cosa en 2024.