TransItalia y Tramesa tienen en marcha desde el pasado 2024 la que es la primera autopista marítimo-ferroviaria de España, que cubre servicios entre Valencia y Madrid
En esta iniciativa público-privada toman parte el Ministerio de Transportes y Movildidad sostenible, Adif, a Autoridad Portuaria Valencia, Puertos del Estado, Transitalia, Medway, Grualia, Alsa, la unión temporal de empresas integrada por Renfe y Transfesa, así como Tatravagonka.
La línea ofrece una alternativa fiable, competitiva y sostenible al transporte por carretera en uno de los ejes más importantes para el movimiento de mercancía que existen en España, el que se produce entre el puerto de Valencia y el centro peninsular, una de las zonas más pobladas del país y con una intensa actividad logística.
Se ha estimado que la reducción de gases de efecto invernadero por cada semirremolque en la ruta Valencia - Madrid es del 85%.
La autopista ferroviaria favorece el transporte multimodal de semirremolques procedentes de Italia por vía marítima, para evitar así el tráfico por las carreteras españolas y sus emisiones de CO2, en las múltiples conexiones marítimas que tiene el puerto de Valencia.
Las autopistas ferroviarias proponen un nuevo marco de colaboración estrecha entre el tren y el camión para dar más fluidez al tráfico de mercancías en las cadenas de suministro.
La existencia de infraestructura de ancho de vía ibérico en la conexión ha conducido a la adquisición de vagones porta semirremolques adecuados para sortear esta limitación técnica, incluyendo la adquisición de semirremolques específicos de camión del tipo P400, así como de vagones del tipo T4000.
El puerto de Valencia venía trabajando desde hace largo tiempo en el impulso de esta conexión intermodal para agilizar la salida de mercancías hacia el centro peninsular. De hecho, la Autoridad Portuaria ha invertido veinte millones de euros en el desarrollo de una nueva terminal adaptada específicamente para estos servicios.
TransItalia y Tramesa tienen la intención de mantener su alianza más allá de esta primera autopista marítimo-ferroviaria entre el puerto de Valencia y Madrid, ya que se prevé el trazado de nuevas líneas y destinos en los próximos años.
Las autopistas ferroviarias ofrecen una alternativa a la falta de conductores y proponen un servicio complementario, en el que carretera y ferrocarril colaboren estrechamente para conseguir dar una mayor fluidez al movimiento de mercancías a través de la cadena de suministro, como parte de la apuesta de la Unión Europea por impulsar este modo de transporte con menos costes y externalidades.