Tras su decisión estratégica de entrar en el sector de graneles sólidos, Costamare ha decidido poner en marcha una filial independiente para operar buques en este segmento.
La nueva empresa fletará graneleros y firmará contratos de fletamento en el transporte marítimo de graneles sólidos, con presencia global a través de oficinas en Atenas y Mónaco, así como con agencias en Copenhague, Hamburgo y Singapur.
El grupo espera que las operaciones comiencen este último trimestre de 2022 y ha dotado a la nueva compañía con una dotación inicial de doscientos millones de euros, equivalentes a 193,17 millones de euros al cambio.
Con esta operación, Costamare busca diversificar su actividad de transporte marítimo, así como reducir su dependencia del segmento de contenedores.
El grupo monegasco, con más de 48 años de historia en el transporte marítimo de mercancías, cuenta con una flota integrada por 73 portacontenedores que suman una capacidad total de 537.000 TEUs y 45 graneleros que alcanzan las 2.436.000 toneladas.