Cuando se habla de descarbonizar, normalmente se piensa en todo el complejo proceso de electrificación, que, en el caso del transporte pesado, es un camino todavía más proceloso.
Sin embargo, también existen otras maneras de avanzar en la sostenibilidad del transporte. Acaso una de las más rápidas y con resultados inmediatos es el uso de biocombustibles y del diésel renovable o HVO.
Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, a finales del pasado mes de agosto, se comercializaba HVO en algo más de 1.100 estaciones de servicio de la península ibérica.
Así mismo, este combutible ambién se distribuye en Canarias desde hace muy poco, pero, de momento, no es posible encontrarlo ni en las islas Baleares ni en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
Las provincias con más puntos de suministro son Madrid, Barcelona, Murcia y Zaragoza, y las que menos son Castellón y Zamora, con dos instalaciones, y Pontevedra y Orense, con tres. Además, un 97% de estas estaciones de servicio con diésel renovable en el surtidor eran de Repsol.
Por otro lado, Competencia estima que, al ser un carburante de reciente implantación, su liquidez y precios pueden no ser aún los deseables, pero en el futuro, dado que es una alternativa totalmente sostenible, se espera que haya más oferta y que, sobre todo, sea más barato.
De acuerdo con los datos del ente, a finales de agosto los precios del HVO superaban en aproximadamente quince céntimos por litro a los del diésel convencional. En Canarias, el promedio del HVO en Canarias ha sido de de 1,305 €/l, un 15,4% por ecncima del coste del gasóleo A en el archipiélago.