Miles de vehículos afectados por la dana se encuentran aún en las campas sin que pueda tramitarse su baja

Contactar con los propietarios de los vehículos afectados resulta imposible porque muchos coches no tienen papeles en su interior y la DGT no facilita los datos personales de sus titulares escudándose en sus protocolos de protección de datos.

19/05/2025 a las 12:26 h
efecto dana Valencia

Los empresarios de auxilio en carretera ubicados en la zona de Valencia se encuentran ante una situación crítica meses después de la dana. Los coches depositados en sus campas por el contingente de grúas de auxilio que colaboró con los servicios de emergencia y la UME, o por ellas mismas, yacen allí sin que se pueda tramitar su baja administrativa al desconocerse quiénes son sus dueños ni haber podido avisarles de dónde está su vehículo. 

Ya hay varias campas con cientos de coches en esta situación, lo que está generando gastos para las empresas titulares de las campas, e invita a su asalto, robo y pillaje, con los consiguientes perjuicios para quienes allí trabajan, según explican desde la Alianza Nacional del Auxilio en Carretera. Contactar con sus propietarios resulta imposible pues muchos coches no tienen papeles en su interior y la DGT, facilitándoles la matricula (cuando la tienen), no facilita los datos personales de sus titulares escudándose en sus protocolos de protección de datos.

Se remiten a los Ayuntamientos, que facilitan las direcciones de los titulares de los vehículos amparándose en la misma normativa de protección de datos, igual que las aseguradoras, que por cierto, o no han abonado nada por el depósito de los coches o se han limitado a cubrir 24 o 72h, pero han pasado más de seis meses desde que los coches están en las campas, como denuncia la Alianza.

Dada la situación, a las empresas de auxilio les es imposible obtener la dirección del titular del coche para enviarle el preceptivo requerimiento de advertencia de que su coche está allí y de que si no se hace cargo o autoriza su baja, esta se tramitará por el titular de la campa para el posterior tratamiento como residuo del vehículo. 

En este sentido, la normativa de Tráfico impone la comunicación previa con el titular para proceder a la baja del vehículo, dando dos meses hasta el silencio positivo para ejecutar el tratamiento como residuo, en el que han de cumplirse normativas medioambientales que son prácticamente imposibles actualmente por el hacinamiento. Los más complejos son los casos en los que el titular del vehículo ha fallecido y no solo se conoce su domicilio sino mucho menos el de sus posibles herederos para dirigirse a ellos.

La Alianza de Auxilio en Carretera se ha dirigido a los responsables de la DGT en Madrid para trasladar estos problemas, quienes derivan la responsabilidad a los Ayuntamientos, sin que por ninguna administración se haya obtenido aún una respuesta que satisfaga medianamente las expectativas de los empresarios. Por elo, las empresas están estudiando el asunto para elevar las responsabilidades correspondientes, incluso penales si procedieran, a quienes en cualquier administración con su burocracia y negativas impiden el tratamiento adecuado de miles de coches como residuos.