El transporte es la columna vertebral de cualquier cadena de suministro y juega un papel fundamental para garantizar que los productos lleguen a tiempo y se cumplan las expectativas del cliente. Sin embargo, su gestión se ha vuelto más compleja con el tiempo debido a la presión para reducir los tiempos de entrega, mejorar la eficiencia en costes y capacidad, adaptarse a normativas de sostenibilidad más estrictas y ofrecer una visibilidad completa de las operaciones.
Así lo explican desde Manhattan Associates, que ha realizado un estudio junto a Vanson Bourne, que analiza las respuestas de 1.450 responsables de la toma de decisiones en empresas de sectores como la manufactura, distribución, gran consumo, alimentación y bebidas, así como comercio minorista y mayorista en regiones como América del Norte, América Latina, Europa y Australia.
Más allá de la gestión de incidencias, el 60% de las organizaciones afirma que mejorar la visibilidad contribuye directamente a una mayor satisfacción del cliente, gracias a actualizaciones más precisas y puntuales, mientras que el 50% destaca la reducción de costes de transporte como uno de los principales beneficios de una mayor visibilidad operativa.
En este sentido, el 61% de las organizaciones prevé contar con inteligencia artificial autónoma plenamente funcional, capaz de actuar de forma independiente para lograr objetivos específicos en los próximos cinco años. Sin embargo, solo el 37% ha integrado profundamente la IA y el aprendizaje automático en sus sistemas TMS en la actualidad.
En este sentido, la brecha entre las expectativas futuras y el uso actual es significativa, ya que aunque el 48% afirma sentirse muy preparado para trabajar con agentes autónomos de aquí a 2030, prácticamente todas las organizaciones reconocen enfrentarse a obstáculos, como la escasez de habilidades (49%), las dificultades de integración (44%) y los problemas de calidad y disponibilidad de los datos (44%).
Si bien es cierto que muchas empresas están bien posicionadas para aprovechar las ventajas en costes, eficiencia y escalabilidad que ofrecen los agentes autónomos, aquellas que no actualicen su estrategia de IA corren el riesgo de perder una cuota de mercado significativa frente a sus competidores.
Cumplimiento en sostenibilidad
Por otro lado, el 69% de las organizaciones reconoce que la sostenibilidad es un mandato global o un área de fuerte presión, mientras que un 62% ya ha comenzado a implementar la Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa. Sin embargo, la complejidad y constante evolución de los requisitos normativos está considerado como el principal obstáculo que podría afectar el rendimiento organizacional en los próximos cinco años.
En este contexto, un sistema de gestión de transporte moderno ofrece la visibilidad y funcionalidad necesarias para medir el progreso y garantizar el cumplimiento, factores clave para mantener la sostenibilidad en el centro de la estrategia empresarial. Así, aunque muchas empresas aún no están preparadas para hacer frente a las nuevas exigencias en sostenibilidad, al avance de la inteligencia artificial o a la necesidad de contar con datos más visibles y accionables, de cara a 2030, estas exigencias no harán más que intensificarse.
Todo ello aumentará la presión sobre las organizaciones para que gestionen sus operaciones de transporte de forma más inteligente e intuitiva. El 87% de los encuestados anticipa que los desafíos relacionados con la visibilidad operativa, la adopción de IA y el cumplimiento normativo en sostenibilidad se intensificarán, dejando a los sistemas TMS actuales incapaces de seguir el ritmo.
