El desvío de las rutas por el cabo de Buena Esperanza como consecuencia de la crisis bélica en Oriente Medio, el tiempo de tránsito para las mercancías que se mueven entre Asia y Europa se han incrementado entre siete y catorce días, en función del puerto de destino.
Al tiempo, para responder a estos viajes más largos, muchos cargadores han incrementado sus inventarios en una medida similar.
A su vez, según los cálculos de Sea Intelligence, el pasado 2024 la demanda de servicios de transporte marítimo en la ruta Asia-Europa creció un 8,5%, pero si se tiene en cuenta que los viajes en estos servicios han sido más largo, el crecimiento de la demanda se circunscibe a un rango que oscila entre el 4,5% y 6,5%, en función del destino final en el continente europeo.
Consecuentemente, la consultora estima que el aumento de los tiempos de tránsito ha añadido 2,9 puntos porcentuales al crecimiento real de la demanda en los trayectos entre Asia y Europa el año pasado, si se tiene en cuenta con los viajes han durado de media diez días más que si hubieran realizado por el mar Rojo y el canal de Suez, como es habitual.
Ya a mediados de febrero, parece que la crisis bélica entre Hamás e Israel lleva camino de solucionarse, al menos temporalmente, lo que podría permitir el regreso de las principales rutas al mar Rojo.
Una vez se produzca este retorno, es previsible, de acuerdo con el criterio de Sea Intelligence, que los cargadores vuelvan a ajustar sus stocks y a reducir inventario en la medida que se lo permitan rutas más cortas.
En consecuencia, en un primer momento la demanda podría contraerse más de lo previsto hasta que se estabilicen los stocks, para después reducir en los 2,9 puntos porcentuales citados anteriormente el incremento registrado en las rutas entre Asia y Europa por la crisis bélica en Oriente Medio.
