La empresa Boteros Amarradores de Tarragona, concesionaria del servicio de amarre en el puerto de Tarragona, ha presentado su nueva embarcación 'Foix', una lancha de última generación que permitirá modernizar los servicios operativos dentro de las aguas portuarias. Esta incorporación se enmarca dentro del proceso de renovación de su flota, con el objetivo de ofrecer un servicio más eficiente, seguro y sostenible a toda la comunidad portuaria.
En total, ha invertido 600.000 euros en la adquisición de esta embarcación, equipada con un motor de 284 caballos de potencia que le permite alcanzar una velocidad de 9,5 nudos y una potencia de tiro de cuatro toneladas. Además, cuenta con una capacidad de combustible de 4.000 litros, que le proporciona una autonomía de hasta 1.800 millas náuticas.
La embarcación, que ya opera en el puerto de Tarragona desde hace dos semanas, ha sido diseñada según los estándares más exigentes en materia de seguridad, protección ambiental y capacidad de maniobra. Con una eslora de 10,5 metros y una manga de 4,2 metros, esta lancha se presenta como una herramienta robusta y versátil, capaz de actuar en múltiples tipos operaciones dentro de las aguas portuarias.
La 'Foix' dispone de un casco ignífugo, esencial para las operaciones portuarias, y se considera insumergible, lo que garantiza la flotabilidad y la seguridad en cualquier circunstancia. Además, está equipada con un tanque de 1.000 litros para dispersantes o espumógenos, diseñado para intervenciones rápidas en caso de derrames o fuego.
Preparada para operar con una tripulación de dos personas, puede transportar hasta a cuatro pasajeros adicionales y dispone de capacidad para carga sobre cubierta de hasta dos toneladas, lo que incrementa su versatilidad para misiones logísticas o asistencia técnica. Gracias a sus prestaciones, esta embarcación tiene capacidad para el rescate, una funcionalidad clave para la seguridad del personal y para las posibles operaciones por recuperar personas caídas en el mar.
Por otro lado, la nueva lancha refuerza las tareas propias de amarre, facilitando el atraque seguro de grandes barcos, y también puede actuar como soporte rápido a otras embarcaciones, participar en operativos de salvamento y garantizar una respuesta ágil ante cualquier emergencia. Su maniobrabilidad la convierte en un activo estratégico especialmente útil en zonas de difícil acceso en el puerto.
Aunque es una iniciativa privada, esta incorporación tiene un impacto directo en la eficiencia global del puerto de Tarragona y refleja el compromiso firme de la comunidad portuaria con la innovación, la seguridad y la sostenibilidad.