La Generalitat de Cataluña ha oficializado su apoyo al proyecto del puerto de Tarragona para convertirse en un futuro hub para el sector de la eólica marina flotante. El objetivo es consolidar su papel como uno de los futuros actores claves en el desarrollo de la construcción, montaje y logística de proyectos eólica marina flotante en el Mediterráneo Occidental.
La Autoridad Portuaria quiere aprovechar el potencial que tienen sus instalaciones proyectadas y su conocimiento del territorio para convertirse en un actor relevante en la producción de los aerogeneradores marinos flotantes que se instalarán en los futuros parques eólicos flotantes del Mediterráneo.
El presidente del puerto, Santiago J. Castellà, ha hecho hincapié en su ubicación, a una distancia óptima de los futuros grandes parques eólicos marinos, así como en sus características en cuanto a calado y en los futuros espacios que se están proyectando para acoger esta actividad.
El posicionamiento del puerto en este sector no es sólo una oportunidad de negocio, sino que contribuirá a la transición energética de Europa. Debe tenerse en cuenta que la Unión Europea hace tiempo que apuesta por la energía eólica marina como una de las claves para alcanzar la neutralidad climática del continente en 2050 y el Pacto Verde Europeo prevé multiplicar la capacidad de la eólica marina de los 12 GW existentes en 2020 a los 300 GW en 2050.
Los mares del norte de Europa cuentan ya con cientos de turbinas marinas fijas en funcionamiento, pero las características orográficas y meteorológicas del Mediterráneo hacen que en este caso no sean una opción viable, por lo que se está avanzando en la construcción de aerogeneradores marinos flotantes.
Este año, se licitarán los primeros parques eólicos flotantes en el Golfo de León y en el Golfo de Rosas. En el caso de los parques italianos cercanos a las islas de Cerdeña y Sicilia, se prevé que se inicien las instalaciones entre 2028 y 2029.
Obras portuarias
Además, el puerto está impulsando la ampliación del muelle de Baleares, que supondrá una inversión de 75 millones para sumar 19 hectáreas de espacio portuario y ampliar el calado del puerto hasta los 23 metros, lo que facilitará las operativas de carga de las grandes estructuras eólicas. Actualmente, se está trabajando en el proyecto y se prevé que el próximo año empiecen los trabajos de construcción de la segunda fase de este muelle.
Este no será el único espacio que el puerto dedicará a esta actividad, pues se prevé que los muelles adosados del futuro contradique de Poniente también se destinen a ello. Además, la Zona de Actividades Logísticas se erige como espacio idóneo para acoger empresas que lleven a cabo fabricación de componentes.
Los calendarios establecidos para el inicio de las instalaciones de los principales parques eólicos marinos proyectados en el Mediterráneo están alineados con las fechas de finalización y puesta en servicio de los nuevos espacios proyectodos. Así pues, se prevé que la ampliación del muelle de Baleares quede terminada en 2028 y el contradique de Poniente en 2030.