Amazon sube su apuesta con el lanzamiento de nuevos establecimientos para la venta de productos alimentarios y, tras abrir un primer piloto en Seattle, ahora también quiere trasladar el modelo a las ciudades de Chicago y San Francisco.
Estos establecimientos, con la denominación de Amazon Go, no son tiendas al uso, sino que ofrecen una novedosa experiencia de compra con la que la estadounidense busca ofrecer prestaciones relacionadas con el comercio electrónico en un servicio comercial tradicional para facilitar y agilizar las ventas.
En este sentido, en las tiendas del gigante norteamericano del comercio electrónico no existen las cajas registradoras ni cajeros atendiendo la instalación. Por contra, los usuarios de los servicios de Amazon acceden a la tienda gracias a una aplicación móvil que les identifica a la entrada.
Una vez dentro, una serie de cámaras y sensores registran la evolución de los compradores dentro del establecimiento y, a la salida, cargan en la cuenta de cada comprador el precio de cada producto que hayan recogido de los estantes de la tienda.
Con este novedoso formato, Amazon da un paso más en su estrategia de desbordamiento del comercio electrónico, para extender su actividad en otras áreas de negocio relacionadas también con la venta comercial.