El crecimiento de la demanda en el transporte marítimo de contenedores se mantendrá en 2018

A lo largo de ejercicio, también aumentará un 4% la flota total, lo que debe ser manejado con cautela por parte de las navieras para seguir obteniendo rentabilidad.

14/01/2018 a las 22:25 h

Portacontenedores Nordcheetah de Boluda La sequía de pedidos ha llegado a su fin, con 20 nuevos encargos correspondientes a buques con capacidad para 22.000 TEUs.

El transporte marítimo de contenedores ha vivido en 2017 un año de mayores alegrías que el 2016, con unas tasas de carga más elevadas y mucha menos volatilidad, a lo que se suma un descenso de los buques que han de ser enviados al desguace y la reactivación de la flota inactiva, según el último informe de Bimco.

El crecimiento de la demanda ha llegado al 5%, lo que supone el punto más alto en los últimos seis años, entre los que destaca un 2015 nefasto. Posteriormente, el tráfico portuario comenzó a avanzar, llegando al 7,7% en el tercer trimestre de 2017.

En 2016, este incremento de la demanda combinado con el aumento de la flota permitió alcanzar el equilibrio en el mercado en 2016, aunque en 2017 la mejora no ha sido tan destacada. El equilibrio se ha mantenido, pero la reactivación de los buques inactivos ha elevadoel crecimiento de la flota total por encima del 3,3%.

En el mes de septiembre, la sequía de pedidos ha llegado a su fin, con 20 nuevos encargos correspondientes a buques con capacidad para 22.000 TEUs que se entregarán entre 2019 y 2010. Estos pedidos han acabado con una racha de 21 meses muy tranquilos en cuanto a las nuevas construcciones.

Aumento de la flota

Tal y como explican desde Bimco, esto supone que en los próximos años el aumento de la flota se situará en torno al 4%, concretamente un 4,1% en 2018, lo que deja muy poco espacio a la mejora del equilibrio en el mercado.

Como resultado, para incrementar sus ganancias las navieras tendrán que mantener su política de reducción de costes y circular de forma permanente a baja velocidad para no disparar los del combustible.

Por encima de esto, la mayor demanda y la eficiencia operativa contribuirán a un repunte en el tráfico de contenedores. Esto implica seguir alimentando las economías de escala en las que se apoya la industria, cuyos principales volúmenes proceden de las rutas de larga distancia.

A la vista de los datos actuales, no se esperan grandes cambios en las tasas de carga, pero la rentabilidad seguirá pendiendo de un hilo, dado que el crecimiento de la demanda se situará entre el 4 y el 5% y el crecimiento de la flota deberá manejarse con sumo cuidado.

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