as tasas de flete entre Shanghai y Rotterdam marcaron en octubre de 2017 el mínimo anual.
El nivel de crecimiento de la demanda en el tráfico de contenedores desde Asia hacia el norte de Europa ha descendido un 1,6% entre octubre y noviembre, con un incremento interanual prácticamente imperceptible del 0,1%, según el último informe de Drewry.
La consultora había anticipado una caída menos pronunciada para estos meses, teniendo en cuenta que las previsiones de crecimiento anual de septiembre eran del 4,9%. Sin embargo, entre enero y noviembre,los volúmenes entre ambas zonas han crecido un 4,2%, con 9,1 millones de TEUs.
A pesar del inesperado descenso en el último trimestre, el crecimiento anual será el mayor desde 2014, dado que en 2016 solamente el tráfico solamente aumentó un 1% y en 2015, cayó un 4%.
El actual plan de recuperación en el mercado ruso, la demanda de productos asiáticos en Polonia y el descenso del tráfico de contenedores en Francia, Benelux y los países escandinavos garantizan que el comercio entre Asia y el norte de Europa supere los 10 millones de TEUs en 2018, lo que supone un ligero incremento del 3% en estas líneas a lo largo del ejercicio.
Descenso de las tasas de flete
Por otro lado, entre octubre y noviembre, los cargadores no han eliminado suficiente capacidadpara mantener la utilización de los buques, con lo que las tasas de flete han descendido. En cuanto a los factores de carga, han retrocedido un 10% en octubre hasta el 80% en el que se mantuvieron en el undécimo mes del año.
En consecuencia, la media de las tasas de flete desde Shanghai y Rotterdam han disminuido en octubre hasta los 1.250 dólares/FEU (1.004 euros), marcando el mínimo anual, aunque han logrado una mínima recuperación a principios de noviembre, que ha terminado de nuevo con un descenso.
Desde principios de 2018, los precios en esta ruta han vuelto a los niveles de mediados de 2017, llegando a unos 1.800 dólares/FEU (1.446 euros) debido al incremento de la demanda en las semanas previas al año nuevo chino. Desgraciadamente, este aumento ha llegado demasiado tarde para la mayoría de contratos, que se han cerrado de acuerdo a los niveles de 2017.
La competitividad entre los operadores ha hecho que las tasas de flete sufrieran un colapso en los meses finales del año, perjudicando la firma de estos contratos. Además, una vez finalice la celebración del año nuevo en China, los precios volverán a caer, dejando en manos de las navieras la posibilidad de decidir la magnitud del declive mediante su habilidad para gestionar la capacidad.