El mayor crecimiento de la demanda en el ámbito del transporte marítimo de contenedores se ha registrado en 2017 en el comercio entre Asia y la costa este de Estados Unidos, donde las tasas de flete han logrado recuperarse en las últimas semanas, aunque todavía se mantienen por debajo de las cifras alcanzadas en 2016 durante el mismo periodo, según recoge el último informe de la consultora Drewry.
Los envíos desde Asia hacia la costa este y la costa del Golfo han repuntado un 7,9% en 2017, muy por encima de las importaciones en la costa oeste, que han aumentado un 1,3%. Esto ha supuesto un incremento de la cuota de mercado de los puertos de la zona hasta el 34,4%, frente al 33% de 2016, que se explica en parte por la ampliación del Canal de Panamá a mediados de ese mismo año.
Por el contrario, los de la costa oeste de Estados Unidos han perdido unos siete puntos porcentuales de cuota de mercado en los últimos seis años y no parece que vayan a lograr frenar la caída, aunque aún deberían ser capaces de contener la mayor parte de sus tráficos durante varios años.
En total, la combinación de los flujos comerciales desde Asia hacia las costas estadounidenses ha sobrepasado los 15 millones de TEUS en 2017, lo que implica un crecimiento del 3,5%. Para 2018, se espera un nuevo avance de los volúmenes en el comercio transpacífico, pero ligeramente por debajo del nivel actual, llegando al 4,5% en la costa este y del Golfo.
Con los grandes buques que se están incorporando a las líneas marítimas en la costa este, la competitividad aumenta cada día más. El tamaño medio ha repuntado un 10% en 2017, con 10.000 TEUs más de capacidad media. La tendencia se mantendrá en los próximos meses, como demuestra el hecho de que Hapag-Lloyd planee sustituir cuatro unidades de entre 8.700 y 10.000 TEUs en su servicio EC4 por embarcaciones de 13.000 TEUs.
Aumento de la capacidad y reducción de los precios
No obstante, incluso con la llegada de buques más grandes, la capacidad disponible en las líneas entre Asia y la costa este estadounidense se ha mantenido relativamente estable durante el último año. En cambio, para febrero, los espacios disponibles en las diferentes rutas se incrementarán un 20%, a menos que se anuncien más cancelaciones para las fiestas del año nuevo chino.
La utilización de los buques no ha sido hasta ahora un problema para las navieras en 2017, ya que la mayoría de embarcaciones han viajado llenas de julio a octubre, pero en noviembre la tasa de utilización disminuyó notablemente, situándose en el 85%.
En lo que respecta a las tasas de flete, a pesar de que las condiciones externas parecían favorables, se han mantenido a la baja durante más de un año, dada la gran competitividad que se ha vivido en este ámbito. La situación continuará si SM Line pone en marcha su nuevo servicio para la costa este, que comenzará a operar en mayo de 2018.
Aún hay tiempo para que los precios puedan aumentar antes del año nuevo chino, cuando la demanda crece, pero la inevitable caída tras estas fechas dependerá de la capacidad de gestión de las navieras y en sus negociaciones para los contratos anuales. Los operadores tienen ante sí una gran batalla, ya que todo indica que las tasas estarán un 20% más bajas a mediados de enero de 2017.