Existen 10 conexiones semanales entre ambas zonas y la última en incorporarse ha sido la correspondiente al servicio Ingwe de MSC.
El comercio marítimo entre Asia y el sur de África ha repuntado en 2017 y por el momento, mantiene las buenas cifras en lo que va de 2018. Las exportaciones entre ambas zonas han crecido un 5,6% en el último ejercicio, con un total de 772.000 TEUs, aunque el resultado está lejos de los 807.000 movidos en 2013.
Las exportaciones desde el norte de Asia han aumentado un 6,8% hasta los 175.000 TEUs, seguidas de las del sureste asiático, que han avanzado un 6,3% hasta los 133.000 TEUs y las de la Gran China, que se han incrementado un 4,9% hasta los 464.000 TEUs, según recoge el último informe de la consultora Drewry.
La recuperación de 2017 ha acabado con una mala racha que ha durado tres años, y teniendo en cuenta tanto los datos de 2018 como las perspectivas económicas actuales, se espera que el tráfico anual supere al de 2013 en esta ocasión.
Hasta febrero, los envíos han repuntado un 27% hasta los 132.000 TEUs, aunque es preciso tener en cuenta que el año nuevo chino se ha celebrado más tarde en 2018. En realidad, si se tiene en cuenta la media de los últimos 12 meses, en febrero los envíos han aumentado un 10,5%.
A pesar del crecimiento de la demanda, ha habido poca actividad por parte de las navieras en términos de servicio. Existen 10 conexiones semanales entre ambas zonas y la última en incorporarse ha sido la correspondiente al servicio Ingwe que MSC ha puesto en marcha en julio de 2017, cubierto con nueve buques con capacidad para 8.000 TEUs.
Reducción de la capacidad
Las recientes variaciones en cuanto a la capacidad mensual se han debido a las escalas canceladas, habiéndose contabilizado tres en enero y seis entre febrero y marzo. Para los próximos meses, se espera mantener esta tendencia, con lo que la capacidad efectiva disminuirá entre un 5% y un 10% entre los meses de abril y mayo.
La utilización de los buques se ha reducido en un 10% en el segundo mes del año y los factores de carga han hecho caer las tasas de flete, aunque tras este descenso, se espera que alcancen el próximamente el mayor crecimiento de los últimos siete años gracias a la cancelación de escalas y la fuerte demanda.