La instalación de 'scrubbers' podría generar una disrupción temporal de la oferta en 2019

Un gran número de rutas Este-Oeste podrían ver temporalmente reducido su nivel de servicio si muchos buques deben ser retirados para su readaptación.

17/12/2018 a las 23:42 h

instalacion-de-scrubbers-de-wartsila-en-un-buque La penetraciónd de los 'scrubbers' resulta muy significafica si se observa la cartera de pedidos.

A falta de un año para que entre en vigor la nueva regulación de la Organización Marítima Internacional, OMI, sobre los límites de azufre en los combustibles marinos, son cada vez más los armadores que optan por la utilización de sistemas de depuración de los gases contaminantes para cumplir con la normativa.

En la actualidad, existen 266 portacontenedores equipados con estos 'scrubbers', que suman una capacidad de 2,2 millones de TEU, según recoge el último informe de la consultora Drewry.

Si bien la flota que cuenta con esta clase de sistemas apenas representa el 5% del total en términos numéricos, dobla ese ratio en lo que se refiere a la capacidad, ya que son muchos los grandes buques que han sido adaptados de esta manera a los nuevos límites.

Asimismo, la penetración de los 'scrubbers' es más significativa en la cartera de pedidos, lo que combinado con otras adaptaciones que se realicen antes de la fecha límite, elevará su proporción bastante más.

Las razones en contra de la instalación de estos sistemas de depuración son bastante comprensibles. A los costes iniciales de la adaptación y los posteriores derivados de su utilización, se suma la incertidumbre existente sobre las futuras regulaciones ambientales y la disponibilidad de fuelóleo con alto contenido en azufre, HSFO.

Uno de los motivos que ha llevado a muchos a decidirse por esta opción son las advertencias de que si existen muy pocos clientes para el HSFO, los proveedores podrían establecer un recargo para seguir produciendo cantidades tan pequeñas. Por ello, necesitan demostrar que va a existir una base de clientes lo suficientemente amplia.

buques-con-scrubbers

Si la tendencia se mantiene, la reducción de la oferta a lo largo de 2019 podría suponer algunos beneficios colaterales para las navieras. La nueva regulación impulsará los envíos al desguace tras un año a la baja, ya que los buques más contaminantes no tendrán cabida en un escenario sostenible.

Sin embargo, un gran número de rutas podrían ver temporalmente reducido su nivel de servicio si muchos buques deben ser apartados para su readaptación. Dependiendo del tamaño y tipo de buque, la instalación de un sistema de depuración de los gases de escape puede durar hasta seis semanas, suficiente para tener un cierto impacto en la disponibilidad de espacios.

Actualmente, la penetración de los buques con 'scrubbers' es más baja en las principales conexiones Este-Oeste. De acuerdo a una investigación de Drewry, solamente el 17% de los que se utilizan entre Asia y el Mediterráneo utilizaban este sistema hasta el mes de noviembre.

La cifra se reduce al 10% entre Asia y la costa este de Norteamérica, y al 9% entre Asia y la costa oeste de Norteamérica, mientras que se sitúa en un 5% entre Asia y el norte de Europa. Esto significa que muchas embarcaciones deberán ser retiradas del servicio a lo largo del próximo año y de no ser reemplazadas en ese tiempo, contribuirían a una reducción de la tasa de utilización y el crecimiento de las tasas de carga.

La importancia que todo esto tenga dependerá de lo que se extienda esta ola de los 'scrubbers' y de si las líneas de contenedores sabrán combinar el proceso con sus habituales programaciones de cancelación de escalas. De momento, los portacontenedores que utilizan ese sistema son una minoría, pero el aumento de su popularidad podría generar una disrupción temporal de la oferta.

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