Luces y sombras

La logística en el año 2017 para el sector de la automoción, y para otros muchos, ha estado marcada por el conflicto de la estiba, desatado a raíz de las movilizaciones y huelgas llevadas a cabo al llegar la liberalización del sector.

07/05/2018 a las 21:47 h
arancha-mur-anfac

Para el año 2018 queda trabajo por hacer en la logística relacionada con la industria de automoción.

Los meses de conflicto supusieron muchos inconvenientes en el sector, tanto para la distribución como para el aprovisionamiento, y llevó a las empresas a tener que soportar sobrecostes en su cadena logística.

El asunto de la estiba todavía no está hoy completamente cerrado y, de momento, la nueva normativa no ha dado los resultados esperados.

Una de buenas noticias logísticas para el sector es la consolidación del uso de los llamados “megatrucks”. Estos se han revelado como muy útiles y, una vez que sus rutas estén plenamente desplegadas y su utilización afianzada, supondrá una mejora en costes que hará más competitiva a la industria de automoción.

Y de mejora de competitividad también hablamos con la introducción en los Presupuestos Generales del Estado 2017 de las inversiones necesarias para mejorar los corredores de acceso a varios puertos.

[sumario]Una de las buenas noticias logísticas para el sector es la consolidación del uso de los llamados “megatrucks”, que se han revelado como muy útiles y, una vez que sus rutas estén plenamente desplegadas, supondrá una mejora en costes.[/sumario]

Cuando terminen las obras, los puertos de Santander, Pasajes, Sagunto y Barcelona, entre otros, habrán mejorado su accesibilidad. Estos son algunos de los más utilizados por parte de las marcas fabricantes de vehículos con plantas en España.

Para el año 2018 queda trabajo por hacer en la logística relacionada con la industria de automoción. En primer lugar, han de seguirse potenciando las “inversiones quirúrgicas” en el ferrocarril dentro de los corredores que usa la industria del automóvil.

Éstas suponen pequeñas cuantías, frente a los elevados desembolsos habituales en inversiones de ferrocarril, pero reportan grandes beneficios. Hablamos de incrementar la longitud de los trenes de mercancías y de aumentar su frecuencia.

Si hablamos del transporte por carretera, tenemos que seguir avanzando en la capacidad de los camiones. Por ejemplo, permitiendo que se alcancen los 4,5 m de altura máxima para la carga general. Con esta nueva norma se mejoraría el transporte de determinadas piezas de gran volumen y poco peso, como es el caso del automóvil.

Por último, el reto para 2018 en cuanto a transporte marítimo, está en seguir reduciendo las tasas portuarias y conseguir unos puertos con mayor flexibilidad de uso.

Arancha Mur

Directora del Área Económica y Logística ANFAC