El fabricante alemán presenta su Vehículo Experimental de Carga ELF, un laboratorio rodante que explora las fronteras de la carga rápida, la bidireccionalidad y la integración energética. Con este proyecto, Mercedes-Benz persigue redefinir el ecosistema de carga de los vehículos eléctricos mediante soluciones inteligentes, sostenibles y conectadas. El prototipo combina carga megavatio, bidireccional en CA y CC, carga inductiva y automatización robótica, anticipando las tecnologías que marcarán la próxima década de la movilidad eléctrica.
El vehículo experimental de carga se ha concebido como plataforma de investigación sobre las tecnologías que transformarán la infraestructura de la movilidad eléctrica. El proyecto combina innovaciones en el propio vehículo con conceptos avanzados de red y energía, bajo un enfoque holístico que busca una carga más eficiente, inteligente y sostenible.
Lejos de ser un simple prototipo, ELF se plantea como un laboratorio rodante, en el que Mercedes-Benz prueba soluciones que abarcan desde la carga ultrarrápida en el rango del megavatio hasta la carga bidireccional, pasando por los sistemas inductivos, conductivos automatizados y de carga robótica.
Doble sistema de carga rápida: CCS y MCS
Uno de los principales ejes de investigación del ELF es la carga rápida de alta potencia. El vehículo integra dos estándares de conexión: el MCS (Sistema de Carga Megavatio), desarrollado inicialmente para transporte pesado, y el CCS (Sistema Combinado de Carga), común en turismos.
Con el MCS, Mercedes-Benz estudia los límites térmicos y eléctricos de baterías, electrónica de potencia y cables bajo condiciones extremas, con el objetivo de trasladar estos avances a flotas de largo recorrido mientras que con el CCS permite probar componentes cercanos a la producción en serie.
El ELF alcanza potencias de hasta 900 kW, equivalentes a recargar 100 kWh en apenas 10 minutos, un rendimiento que abre la puerta a tiempos de carga comparables al repostaje convencional. El fabricante aplica los resultados de estas pruebas al desarrollo de futuros modelos, como el Concept AMG GT XX, que puede recuperar autonomía para 400 kilómetros (WLTP) en cinco minutos, alcanzando picos de carga de 1.041 kW en condiciones de laboratorio.
Carga bidireccional: el vehículo como sistema energético
Más allá de la velocidad, Mercedes-Benz ve la bidireccionalidad como la verdadera revolución en la carga eléctrica. El ELF investiga la posibilidad de que el vehículo no solo consuma, sino también devolver energía al hogar (V2H), a la red (V2G) o directamente a dispositivos eléctricos (V2L).
El sistema es compatible tanto con corriente alterna como con continua, y se apoya en cargadores inteligentes capaces de gestionar el flujo energético en ambos sentidos. Este enfoque convierte al vehículo en un almacenamiento móvil de energía, con capacidad para alimentar una vivienda durante varios días o equilibrar la demanda de la red eléctrica.
Mercedes-Benz planea tener disponibles para 2026 sus primeros servicios de carga bidireccional en Alemania, Francia y Reino Unido, integrando la gestión energética con su plataforma MB.CHARGE Home, que combinará vehículo, wallbox, tarifa de energía verde y acceso al mercado eléctrico.
Nuevas vías: carga inductiva, conductiva y automatizada
El ELF también sirve como banco de pruebas para tecnologías sin cables, como la carga inductiva por resonancia magnética, actualmente con una potencia de 11 kW. Este sistema busca mejorar la comodidad del usuario y la integración estética de la infraestructura, con especial interés en aplicaciones domésticas y de flotas.
Paralelamente, Mercedes-Benz desarrolla sistemas de carga automatizada, tanto por contacto en el suelo del vehículo como mediante robots de conexión autónoma, pensados para flotas, aparcamientos inteligentes o usuarios con movilidad reducida.
