La diferencia en la carga fiscal para vehículos de empresa entre un SUV eléctrico compacto y su homólogo de gasolina en Portugal es de 30.251 euros a favor del coche eléctrico. En España, en contraste, esta diferencia asciende a apenas 3.000 euros, es decir, unas diez veces menos.
Así lo ha explicado el presidente de UNO, Francisco Aranda, durante su intervención en el VIII Encuentro de ciudades por la seguridad vial y la movilidad sostenible, organizado por la DGT, la Federación Española de Municipios y Provincias y el Ayuntamiento de Badajoz, donde ha resaltado que Portugal, que pese a contar con menor renta, ha conseguido fomentar la adopción del vehículo sostenible gracias a políticas fiscales claras, estables y efectivas.
En su opinión, “España sigue claramente rezagada respecto al resto de Europa en incentivos para impulsar vehículos de bajas y cero emisiones, lo que lastra la competitividad del sector y frena la transición ecológica”. Por ello, ha reclamado ayudas económicas efectivas y un marco fiscal verdaderamente verde que permita acelerar la renovación de las flotas de Distribución Urbana de Mercancías.
La patronal echa en falta "ayudas reales y accesibles que permitan acelerar la renovación del parque móvil del sector", pero igualmente considera que la transformación tecnológica no puede limitarse solo a mejorar la eficiencia, seguridad y sostenibilidad de los vehículos. También se necesita una planificación inteligente de las rutas y la apuesta por zonas de caraga y descarga que se apoyen en la tecnología para optimizar los tiempos de entrega, minimizar las dobles filas y mejorar la convivencia.
En esta línea, Aranda ha puesto en valor la colaboración activa del sector con diferentes ayuntamientos de toda España, avanzando de forma conjunta hacia modelos de ciudad más sostenibles, digitales y flexibles. También ha aportado datos de la consultora Oliver Wyman que confirman el menor impacto ambiental del comercio electrónico frente al modelo tradicional en el sector non-food.
"Las tiendas online generan entre 1,5 y 2,9 veces menos emisiones de CO₂. Asimismo, la concentración de entregas permite reducir entre 4 y 9 veces el volumen de tráfico frente al modelo de compra tradicional" ha confirmado el presidente de la patronal, que cree que la ciudad del futuro debe adaptarse a las nuevas necesidades de movilidad y consumo.
