El comercio electrónico en España se encuentra en un momento de fuerte crecimiento, debido a la creciente digitalización de las empresas y el cambio en los hábitos de consumo. En concreto, según la CNMC, la facturación aumentó un 12,6% interanual en el tercer trimestre de 2024, superando los 24.000 millones.
Fue además el año en el que, por primera vez, España superó por primera vez los 30 millones de compradores 'on-line', según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad. Por otro lado, tal y como señala Forrester, si mantiene este ritmo de crecimiento, el sector alcanzará los 565.000 millones en Europa para 2029.
Por esta razón, Create, marca española de electrodomésticos de diseño del hogar, ha identificado algunos de los aspectos que definirán el e-commerce en los próximos años, empezando por una estrategia omnicanal. Actualmente, existe una creciente demanda de una experiencia fluida entre lo físico y lo digital, por lo que las empresas cada vez más apuestan por modalidades como el "headless commerce", que facilita la omnicanalidad y cuyo mercado se proyecta en 11.800 millones para 2028.
Igualmente, dada la evolución del "social e-commerce", se espera que las redes sociales sigan evolucionando hacia potentes canales de venta directa, pues según PwC, el 46% de los consumidores ya adquiere productos directamente mediante estas plataformas. No obstante, GoDaddy aclara que por el momento, únicamente el 18% de los pequeños negocios venden a través de las redes sociales.
Es importante tener también en cuenta que los consumidores valoran cada vez más la transparencia y responsabilidad medioambiental de por parte de las marcas, prefiriendo marcas que no solo apuesten por materiales amables con el medio ambiente, sino también por el packaging ecológico o envíos neutros en carbono.
Otro aspecto de gran relevancia para el comercio electrónico en los próximos años será el impacto de la IA y la personalización predictiva, que permiten anticiparse a las necesidades de los consumidores, optimizar la experiencia de compra y aumentar su fidelidad. Así, a través de chatbots o asistentes de voz, algoritmos o incluso dispositivos conectados, el proceso se puede automatizar según las reglas, hábitos o necesidades del cliente.
Finalmente, aunque la funcionalidad de un producto continúa siendo un pilar en la decisión de compra, los consumidores hoy en día buscan conexión emocional, propuestas que transmitan valores, estilo de vida y aspiración. Por esta razón, en un entorno digital donde se puede acceder a miles de productos similares, aquellos que sean capaces de inspirar al consumidor serán los que marquen la diferencia.