La llegada de la nueva Administración Trump a la Casa Blanca y el cese de las hostilidades en Palestina entre Israel y Hamás agitan el mercado marítimo internacional en los últimos días.
Por un lado, los actores internacionales esperan que la agresiva política arancelaria anunciada en los Estados Unidos se vaya traduciendo en medidas concretas, las primeras de las cuales parecen que llegarán en aranceles de un 25% a Canadá y México a partir del próximo 1 de febrero.
Por otra parte, el alto el fuego en Oriente Medio no tiene un impacto inmediato sobre la recuperación de los tránsitos por el mar Rojo y el canal de Suez, algo que irá haciéndose de manera gradual una vez abierta la puerta a medida que se confirma que no hay violencia en la zona.
A más largo plazo, una vez que se recupere esta ruta, es posible que el exceso de capacidad se traduzca en cierta congestión portuaria y, al tiempo, presione las tarifas a la baja, aunque todo se andará a su debido momento.
Por lo que respecta al presente, superado el pico de actividad previo al Año Nuevo Lunar, la caída de la demanda se deja notar de manera evidente en los fletes, que caen de manera generalizada en la última semana.
En este contexto, el último análisis de Freightos estima que las tarifas en los servicios desde China a la costa oeste de los Estados Unidos han disminuido un 10% en la última semana, mientras que las de los que llegan a la fachada este del país han retrocedido un 3%.
A su vez, los precios de las rutas entre el país asiático y el norte de Europa también han caído un 17% y, de igual modo, las tarifas de los trayectos desde el continente asiático al Mediterráneo también han perdido un 7% en los últimos siete días.