El secretario de Estado norteamericano Marco Rubio ha visitado Panamá este pasado fin de semana para reunirse con el presidente del país centroamericano, José Raúl Mulino, y su ministro de Asuntos Exteriores, como parte de una gira internacional que le ha llevado también a otros países de Centroamérica.
En el encuentro, Rubio les ha trasladado a las autoridades panameñas la posición del presidente Trump, que estima que "la influencia y el control que ejerce el Partido Comunista chino en la zona del canal de Panamá supone una amenaza para el canal y representa una violación de los términos del Acuerdo sobre la permanente neutralidad y operativa del canal de Panamá".
Así mismo, el secretadio de Estado Rubio ha dejado claro que "el actual status quo es inaceptable y que la ausencia de cambios inmediatos llevaría a que los Estados Unidos tomara las medidas necesarias para defender sus derechos de acuerdo con los términos del Acuerdo".
De igual modo, Rubio también ha manifestado su deseo de que las inversoiones norteamericanas en el país mejorarán si se asegura unas reglas del juego limpias para las empresas estadounidenses.
Asegurar su dominio sobre el canal de Panamá, eje fundamental para el comercio mundial y para el continente americano en particular, ha sido una de las primeras medidas que se ha propuesto Donald Trump desde antes de llegar a la Casa Blanca en este su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, por su parte, defiende que el canal de Panamá es una entidad autónoma y asegura entender "que es una preocupación del presidente Donald Trump, en función del momento en que se firmaron esos tratados y la situación que se da hoy, más en torno a los puertos que en torno al canal de Panamá".
En este mismo sentido, se ha acordado que un equipo técnico de la Autoridad del canal de Panamá atenderá a los funcionarios designados por el Gobierno de los Estados Unidos para aclararles todas las dudas en torno a las operaciones de la vía interoceánica.
