Maersk ha anunciado que mantendrá la suspensión de todos sus buques con destino al Mar Rojo y Golfo de Adén, en respuesta al incidente con el buque Maersk Hangzhou y a los acontecimientos en curso en la zona.
Desde la compañía consideran que la situación es altamente volátil y presenta, por tanto, un riesgo de seguridad elevado, tomando la decisión de desviar todos los buques que debían transitar esa ruta hacia el sur, rodeando el Cabo de Buena Esperanza.
La naviera ha señalado que son conscientes del posible impacto que esto pueda tener en sus operaciones logísticas, pero subraya que es una decisión tomada priorizando la seguridad de los barcos, tripulantes y su carga.
Añaden asimismo que la suspensión de los viajes por esta ruta tiene como objetivo ofrecer una mayor consistencia y previsibilidad, a pesar de las inevitables demoras asociadas con la rerouting.
También prevén que esta situación podría alargarse en el tiempo, advirtiendo a sus clientes a estar preparados para que las complicaciones en la zona persistan, provocando incluso una interrupción en la red global en el "futuro cercano"
Maersk ha añadido que destinarán sus equipos para apoyar en la planificación y brindar asistencia en caso de que fuera necesaria, además de recordar que la información sobre contingencias de buques se comunicará a los clientes de manera individualizada, aconsejando en todo caso la consulta de su rastreador en línea.
Por último, han recordado que los recargos anunciados previamente, como el Cargo por Interrupción de Tránsito, el Recargo de Temporada Alta y el Recargo de Contingencia de Emergencia para todas las cargas en los buques afectados por las interrupciones alrededor del Mar Rojo y Golfo de Adén, siguen en vigencia.