En el marco de las recientes negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, el país asiático se ha comprometido a reanudar las importaciones de soja estadounidense. En concreto, ha acordado comprar 12 millones de toneladas durante el resto de 2025 y 25 millones de toneladas al año durante los próximos tres años, en línea con los volúmenes de 2024.
Desde Bimco, consideran que se trata de un acuerdo beneficioso para el sector de los graneles sólidos y para las economías de Estados Unidos y China. En este sentido, esperan que los envíos de soja estadounidense aumenten a corto plazo antes de estabilizarse a medio plazo.
Además de los objetivos de importación de soja, China ha acordado reducir los aranceles sobre los cereales y la carne estadounidenses y reanudar las importaciones de sorgo estadounidense. Por su parte, Estados Unidos se ha comprometido a reducir los aranceles sobre los productos chinos en un 10%, y ambos países suspenderán las tasas portuarias previstas sobre los buques del otro país durante un año.
El acuerdo comercial supone un alivio para los envíos de soja estadounidense, que han caído un 27% interanual en lo que va de año. Así, aunque Estados Unidos ha conseguido aumentar los envíos a destinos distintos de China, no ha sido suficiente para mitigar la caída del 65% interanual de los envíos al país asiático.
Por su parte, las importaciones chinas han aumentado un 5% interanual durante el periodo, gracias al aumento del 21% interanual de los envíos procedentes de Sudamérica, que podrían reducirse en los próximos meses por el regreso de los envíos de soja estadounidense. Tradicionalmente, esto habría reducido la demanda de toneladas-milla debido a la reducción de las distancias de navegación, pero desde 2022, los envíos estadounidenses han evitado cada vez más el Canal de Panamá, optando en su lugar por la ruta más larga a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que hace que sus distancias sean comparables.
A medio plazo, se espera que la demanda de soja de China siga creciendo, respaldada por el aumento de la producción de carne, especialmente de aves de corra, si bien es posible que los envíos de soja estadounidense no superen los volúmenes acordados, ya que los compradores chinos suelen preferir los cargamentos sudamericanos debido a sus precios más bajos.