El puerto de Valencia gestiona con normalidad tanto los barcos de rutas atlánticas y mediterráneas, como los portacontenedores afectados por la crisis en el Mar Rojo y que han optado por bordear África para llegar al Mediterráneo.
La inestabilidad en esta zona llevó a importantes navieras con buques de contenedores a evitar las terminales valencianas a través del Canal de Suez, optando en cambio por la ruta alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Esta decisión prolongó la travesía en diez o doce días, generando retrasos en la cadena logística de los barcos que solían llegar a Valencia vía Suez.
La Autoridad Portuaria de Valencia ha enfatizado que el inconveniente ha sido resuelto, y el puerto tiene la capacidad necesaria para enfrentar la situación actual, remarcando que los barcos están regresando con regularidad, tranquilizando a usuarios, cargadores e importadores del puerto de Valencia.
También han afirmado que el puerto continuará brindando servicios, permitiendo que las empresas prosigan con sus proyectos de exportación e importación, garantizando una distribución sin interrupciones en la cadena logística.
Desde el organismo público se ha destacado asimismo la colaboración global en la cadena logística, recordando la experiencia de la pandemia, incidiendo que, en estos momentos, no hay motivo de alarma y que la capacidad del amarre valenciano es suficiente para manejar la situación.
Por otro lado, han apuntado a que se mantiene la coordinación con las principales navieras para abordar cualquier circunstancia que pueda surgir y que los puertos de Valencia, Algeciras, Marruecos y Barcelona están listos para recibir la mercancía destinada a puertos mediterráneos, adaptándose a la nueva ruta marítima por el Cabo de Buena Esperanza.