Tras un segundo trimestre muy débil, los volúmenes en las rutas marítimas de Asia hacia el Mediterráneo crecieron un 3,4% entre julio y septiembre de 2018, llegando el incremento al 5,6% en el mes de octubre.
En el acumulado de los 10 primeros meses, se había registrado entonces un ascenso del 3,5%, mucho más llamativo que el 1,2% del comercio con el norte de Europa, según explican desde la consultora Drewry.
No obstante, sigue sin estar claro cuál ha sido el motivo de este repunte en la segunda mitad del año y la explicación no se encuentra, como en ocasiones anteriores, en unas cifras demasiado bajas en 2017, pues en el segundo semestre estas conexiones crecieron un 7,6%.
A mediados de 2018, las exportaciones asiáticas hacia el Mediterráneo occidental aumentaban a un ritmo del 2,2%. Las importaciones españolas habían caído en un porcentaje similar, mientras en Francia se había registrado un incremento del 9,3% y en Italia, del 3,3%.
Sin embargo, entre julio y octubre, las importaciones españolas repuntaron un 4,8%, mientras las francesas lo hicieron un 8,8% y las italianas un 5,9%. Italia sigue siendo el principal mercado en la ruta Asia-Mediterráneo, pero su deuda sigue siendo muy grande y su economía ha crecido muy poco en los últimos años.
Por su parte, aunque en Francia no se ha estimulado de ninguna manera el crecimiento de las exportaciones asiáticas, han avanzado a un fuerte ritmo. No es fácil comprender por qué existe esta diferencia entre ambos países, dado que las políticas de Macron y las protestas de los chalecos amarillos han mermado la confianza de los consumidores.
Igualmente, resulta paradójico el repunte en España, dada la fragmentación existente en el ámbito político y la recesión que está sufriendo la economía, que apenas ha crecido un 2,5% en 2018 según los primeros datos conocidos, por debajo del 3% de 2017. También crecen a buen ritmo los volúmenes hacia el norte de África, debido principalmente a la recuperación de la economía egipcia.
Por otro lado, en el Mediterráneo oriental los volúmenes han caído un 4,7% hasta octubre de 2018 por el descenso de las importaciones en Israel y El Líbano. En cambio, las de Grecia han crecido un 11% tras las sucesivas ayudas recibidas para reparar su economía.
Sin duda, la principal víctima en este mercado ha sido Turquía, donde las importaciones se han reducido un 10% hasta los 75.000 TEUs. El proceso se inició en la segunda mitad del año, cuando una devaluación de la moneda alimentó la inflación y frenó la demanda.
Aunque la moneda se ha recuperado ya parcialmente, ha perdido un 40% de su valor en 2018. En los primeros seis meses de 2018, las exportaciones desde Asia habían crecido solamente un 1%, pero en los siguientes cuatro meses han caído un 27%.
Es posible que las importaciones no vuelvan a crecer hasta pasado el primer semestre de 2019, siendo ahora España el segundo mercado en términos de importaciónpara Asia en el Mediterráneo.
Será difícil que en 2019 se alcancen las cifras de 2018 en el mercado desde Asia hacia el Mediterráneo, debido principalmente a la situación de Turquía y la débil expansión registrada en el Mediterráneo occidental. Además, las tasas de fletes podrían estar bajo presión a lo largo del año por la entrada de nuevos buques en la ruta.