La naviera francesa CMA-CGM continúa totalmente centrada en el cumplimiento de los límites de azufre para los combustibles marinos que implantará la Organización Marítima Internacional a partir de 2020.
Prueba de ello son los 10 portacontenedores encargados recientemente a China State Shipbuilding Corporation, CSSC, de 15.500 TEUs de capacidad, de los cuales cinco funcionarán con Gas Natural Licuado y otros cinco contarán con 'scrubbers' para la depuración de gases, lo que les permitirá seguir utilizando combustibles de algo contenido en azufre.
La naviera también está pendiente de recibir nueve embarcaciones que utilizan GNL con capacidad para 22.000 TEUs, y cuenta con otros cuatro de menor tamaño, fruto de la adquisición de Containerships.
No obstante, es preciso tener en cuenta que los buques propulsados por GNL cuestan unos 20 millones de dólares más (17,60 millones de euros), llegando a 130 millones aproximadamente (114 millones de euros), mientras que los equipados con estos sistemas de depuración ascienden a 110 millones (97 millones de euros).
Por este motivo, para cumplir con los objetivos de la OMI para 2020, el operador se ha apoyado de momento principalmente en la instalación de 'scrubbers' y el uso de combustibles con bajo contenido en azufre.