El año 2018 ha comenzado con buenas noticias para el transporte ferroviario español, pues se ha conocido que en el tercer trimestre de 2017 el tráfico de mercancías por ferrocarril ha crecido un 4,5%. A estos datos ha contribuido especialmente Renfe, cuya división de Mercancías ha registrado un incremento del 13% en sus tráficos en el mes de noviembre.
El operador, que ha ampliado en enero el plazo para recibir ofertas de empresas interesadas en diseñar y pilotar el proceso de reconfiguración, valoración y propuesta de solucionespara asegurar la viabilidad futura de este segmento, ha destacado también por el inicio de las pruebas del primer tren propulsado por Gas Natural Licuado, cuyo abastecimiento se llevará a cabo en la terminal de Reganosa en Ferrol.
Por otro lado, un informe de Competencia le ha impuesto una serie de condiciones para evitar que acapare a los maquinistas de transporte de mercancías y lograr que las empresas privadas puedan ofrecer sus servicios en igualdad de condiciones. A este respecto, cabe mencionar que en 2018 acometerá un plan de bajas voluntarias que afectará a hasta 208 maquinistas.
Avance de las conexiones ferroportuarias
En el primer mes del año, se aprecia una vez más la apuesta de los puertos españoles por el transporte por ferrocarril. Destaca el puerto de Tarragona, que ha iniciado los trámites para construir una terminal ferroviaria en Puerta Centro, en la zona del Corredor del Henares, y ha puesto en marcha una conexión regular para el tráfico de productos agroalimentarios con la Terminal Intermodal de Monzón, en Huesca.
Igualmente, la Autoridad Portuaria de Castellón ha comenzado la redacción del proyecto del acceso ferroviario sur y Fomento tiene previsto elaborar un nuevo plan para los accesos ferroviarios al puerto de Barcelona, que supondrá una inversión de 300 millones de euros. En el extremo contrario se encuentra el puerto de Algeciras, cuya conexión, según los plazos que maneja el Gobierno, se retrasará hasta el año 2021, una situación que está provocando cada vez más críticas.
Nuevo servicio de transporte ferroviario de productos agroalimentarios entre el puerto de Tarragona y la Terminal Intermodal de Monzón, en Huesca.
En su caso, el puerto de Valencia ha adjudicado la realización de un estudio para la mejora del trazado de la red ferroviaria y viaria, mientras el de Huelva confía en que las inversiones realizadas en su nueva plataforma intermodal lo sitúen en buena posición para su inclusión en el Corredor Mediterráneo y también en el Corredor Atlántico, que la Comisión Europea ha aprobado extender hasta Zaragoza.
Desarrollo de las terminales intermodales
En otro orden de cosas, enero ha sido un mes clave para el desarrollo y mejora de diversas terminales intermodales en toda la península. La Junta de Andalucía, que ha aprobado a primeros de año el Plan Especial del Puerto Seco de Antequera, licitará las obras de urbanización de la primera fase durante los meses de verano.
En esta misma Comunidad Autónoma, una plataforma ciudadana ha propuesto instalar una terminal intermodal en Córdoba, que según afirma, podría convertirse en un nuevo nodo logístico europeo por su ubicación geográfica.
Al norte, la Xunta de Galicia mejorará los accesos al Puerto Seco de Monforte de Lemos, en Lugo, a través de las carreteras LU-933 y N-120, mientras que en Castilla y León, Zaldesa iniciará a mediados de 2018 las obras para la urbanización de los terrenos del Puerto Seco de Salamanca, y en Extremadura, Renfe y Medway tienen previsto iniciar una conexiónentre la terminal de San Lázaro, en Mérida, y la capital de España.
Fuera de España, es preciso apuntar que el tráfico de camiones se ha mantenido estable en el año 2017 en el Eurotunnel. Además, sus ingresos han aumentado pese a la incertidumbre generada por la salida de la Unión Europea del Reino Unido, que destinará 50 millones a aumentar la seguridad en Calais.