La actualidad del sector ferroviario en el verano de 2016 tuvo como protagonistas a las empresas públicas Adif y Renfe, tanto por las actuaciones que estas pusieron en marcha como por los planes de Fomento para ellas y las denuncias de sindicatos y Competencia.
A lo largo del tercer trimestre del año, el Ministerio de Fomento aseguraba que priorizaría el Corredor Mediterráneo y analizaba ya la posible integración de Renfe y Adif en un mismo holding, se firmaba el I Convenio Colectivo de Renfe, Adif ponía en marcha el proyecto para remodelar la terminal ferroviaria madrileña de Vicálvaro y continuaba con su plan “de racionalización de activos inmobiliarios”.
Además, el gestor acordaba con la francesa SNCF la creación de una empresa conjunta para la gestión de la infraestructura de TP Ferro, después de que la banca no aceptase la propuesta de ACS y Eiffage para el rescate del túnel del Pertús.
Mientras tanto, la CNMC trasladaba a Europa sus medidas para relanzar el tráfico ferroviario de mercancías, sancionaba a cuatro empresas y nueve directivos por repartirse las adjudicaciones de contratos Adif y retomaba el expediente incoado a Renfe Mercancías en 2014 por un posible reparto de mercado.
En este contexto, desde el sindicato CCOO denunciaban el cierre de las líneas que estaba provocando la falta de personal de Renfe, como sucedió en la terminal coruñesa de San Diego, que en septiembre cumplió seis meses sin transporte de contenedores por ferrocarril.
La VIIA Britannica dejó de operar en verano.
En el verano también hubo nuevas actuaciones ferroportuarias: el puerto de Barcelona adjudicó la construcción de su nuevo acceso ferroviario y la Generalitat Valenciana comprometía ayudas por valor de 10 millones de euros entre 2016 y 2018 para impulsar la terminal logística de Almussafes, en Valencia.
Más allá de España, en julio se suspendió el servicio en la autopista ferroviaria VIIA que conectaba la terminal de Le Boulou con el puerto de Calais, Italia adquiria los ferrocarriles griegos por 45 millones de euros en agosto y el tráfico de camiones crece en el Eurotunnel pese a la violencia en Calais a finales de verano.