Hacia un nuevo escenario de costes de construcción

Tras el fuerte empujón registrado en los costes de los principales materiales de construcción durante 2022, ahora parece que se abre paso una nueva fase de estabilización en valores altos.

13/12/2023 a las 23:10 h

Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los costes de la construcción en general se han disparado. De igual manera, los de la construcción industrial y logística también han experimentado esta misma tendencia en un escenario de clara incertidumbre y de afectación global por la escasez y la carestía de las materias primas.

Esta situación ha tenido su impacto máximo entre los meses de abril y octubre del año pasado.

Desde entonces se vive un proceso de estabilización de los costes de los materiales de construcción para proyectos industriales y logísticos, que se mantienen en valores altos, muy superiores a los que se han registrado hasta febrero del pasado 2022.

Con más detalle, hasta junio de este 2023, último registro publicado oficialmente a la elaboración de este artículo, los costes de mano de obra y material de construcción en el ámbito industrial y logístico presentan un retroceso anual de un 5,31% con relación al mismo mes de 2022.

De igual modo, los costes de materiales exclusivamente en la construcción industrial y logística tambiénhan retrocedido un 8,59% entre junio del año pasado y el mismo mes de este ejercicio.

[sumario]Tras el crecimiento de los precios de los materiales de construcción registrado en 2022, ahora parece abrirse un período de relativa estabilidad”.[/sumario]

Ambas caídas en los costes son más acentuadas que en el conjunto del sector de la construcción que, en el caso de los de mano de obra y materiales, presenta una caída anual para el período de un 1,43% y que, para el consumo de material alcanza un retroceso total en el sector de un 3,1%.

Pese a la tendencia generalizada a la baja, estos descensos parecen contenidos por las  alzas que todavía tienen algunos de los principales materiales utilizados en la construcción de activos logísticos e industriales.

Son los casos, por ejemplo, de los áridos, el cemento y el hormigón, con incrementos entre junio de 2022 y junio de 2023 en cada caso de un 8,33%, de un 19,31% y de un 13,59%, respectivamente.

Por el contrario, el precio del acero ha caído un 21,18% en ese mismo período, aunque el de los equipos de climatización también ha aumentado un 2,64% en el tramo que va del sexto mes del año pasado a junio de este 2023.

El suelo, a la baja

Por otro lado, los registros oficiales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana recogen un descenso del precio del suelo en el país de un 8,7% anual en el primer trimestre de 2023, último período dado a conocer antes de la elaboración de esta información. De igual manera entre el último cuarto de 2022 y el primero de este 2023, el precio del suelo también se ha contraído un 7,4%.

[sumario]En paralelo al descenso en los costes de los materiales, las estadísticas oficiales también reflejan un descenso en los precios del suelo al comienzo de 2023”.[/sumario]

Esta caída contrasta con los aumentos de un 19,1% anual y de un 1,4% trimestralque se registraban hace un año.

También al alza han evolucionado en el último ejercicio los costes de la mano de obra en la construcción, con un ascenso de un 3,17% entre junio del año pasado y el sexto mes de este 2023. Pese a que la subida es reseñable, también hay que constatar que se coloca bastante por debajo de la evolución de la inflación en ese mismo período, variable con la que se relaciona habitualmente, lo que, a su vez, también indica que, pese a crecer, los costes laborales en el sector de la construcción están claramente contenidos, sobre todo si se comparan con otros que han tenido una peor evolución en los últimos meses.

¿Fin a una tendencia al alza?

Así pues, si los registros oficiales dan cuenta con rigor de la evolución de los costes de materiales, obra de construcción y de suelo en los últimos meses, el sector inmologístico vive cierto respirofrente a los peores meses de 2022, algo que también podría repercutir en una relajación de la presión existente sobre las rentas, así como, de igual modo, a mejorar un tanto las rentabilidades, en un escenario de expectación mantenida desde el lado inversor.

Mientras tanto, por otra parte, el Banco Central Europeo ha vuelto a dar otra vuelta de tuerca a los tipos de interésen septiembre y ya ha adelantado que espera que se mantengan altos durante un período de tiempo que podría alargarse durante un par de años, hasta que la desbocada inflación que se registra en el continente vuelva a la senda del 2%.

Sin embargo, en otras zonas económicas parece que la presión de los bancos centrales sobre la financiación se ha relajado un tanto.

Así pues, con los precios de los materiales estabilizados en valores altos y el coste de la financiación también con idénticas perspectivas parece que se abre una nueva etapa de relativa certidumbre que contrasta con la situación en la que lleva instalada la economía mundial desde los primeros meses de 2020.

Las cadenas de suministro se regularizan

También podría contribuir a este período de relativa estabilidad la regularización que se vive en las cadenas de suministro de bienes intermedios y de materias primas, aunque, en cierto modo, las diferentes tentativas que parecen estar desarrollando los principales productores mundiales de petróleo, agrupados en la Opep, podría dar al traste con la evolución del precio de los productos petrolíferos, con los efectos que tiene sobre el conjunto de la economía en un país tan dependiente de los derivados del petróleo como es España.

Otro de los condicionantes que podría afectar al sector desde el punto de vista económico es la evolución de la demanda en los últimos meses de 2023.

La evolución de ambas variables en los próximos meses condicionará el futuro a corto plazo, siempre y cuando no se produzcan nuevos shocks en unas economías que llevan varios años tensionadas.

La incógnita en la evolución del consumo

Tradicionalmente se asocia el final de cada ejercicio con un momento álgido de consumo, aunque en este caso parece que la incertidumbre podría hacer que el consumo privado se contrajera.

Pese a ello, la ratio de metros cuadrados de instalaciones logísticas por habitante en España sigue siendo baja si se compara con otros países europeos, con lo que parece que, por este lado, sigue habiendo demanda de espacio para actividades relacionadas con la gestión de la cadena de suministro, incluso si se diese el caso de que la caída del consumo también se reflejase en un menor volumen de mercancías movidas o almacenadas.

A este factor se suma, además, la necesaria renovación del parque logístico españolque, aunque se ha avanzado mucho en el último lustro, también se demandan cada vez más naves adaptadas a nuevas necesidades logísticas, incluyendo sistemas de automatización, campas más grandes adaptadas para megacamiones, o instalaciones capaces de dar respuesta a la densa movilidad que proponen las actividades de comercio electrónico en las principales áreas urbanas del país.

Los costes condicionan la ejecución de muchos proyectos previstos, así como los efectos de la incertidumbre económica en la demanda

Los grandes inversores internacionales parecen ser conscientes de esta necesidad. Así lo demuestran unas yields que se mueven por encima de los valores del bono soberano español, ofreciendo, por tanto, rentabilidades elevadas frente a otros productos del sector de la construción.

Sin embargo, también se observa una cierta tendencia de convergencia, pese a la presión existente sobre las rentas, en un mercado con una demanda sana, aunque también tensionado por algunos proyectos dibujados sobre el papel, pero que, a juicio de algunos en el sector, podrían no llevarse a cabo en los plazos fijados inicialmente.

 

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