Ricardo Ochoa de Aspuru, director general de Cadena de Suministro

Solidez y confianza

Existe una demanda sólida de espacios adaptados a las nuevas necesidades logísticas, en un segmento de actividad como el logístico que evoluciona a gran velocidad.
20/11/2022 a las 20:15 h

El panorama económico europeo no pinta bien. La espiral inflacionista, la invasión rusa en Ucrania, la debilidad de la demanda y el cada vez más palpable agotamiento de la población europea tras más de dos años de diversas circunstancias que han ido impactando en el Viejo Continente se están dejando notar con fuerza.

En el sector inmobiliario, los costes de los materiales están disparados. El precio del suelo también causa preocupación. Sin embargo, parece que en el caso de la inmologística, la demanda de espacios para actividades logísticas resiste, pese a las tensiones. La inversión parece confiada en la resiliencia de un segmento que sigue considerándose un refugio.

Tres son los factores que apuntan a una cierta confianza en que el inmologístico español está en condiciones de capear con solvencia esta nueva crisis.

En primer lugar, existe una demanda sólida de espacios adaptados a las nuevas necesidades logísticas. La logística es un segmento que evoluciona a gran velocidad.

La digitalización, la automatización y la robotización, la transformación energética y los cambios en los hábitos de consumo impulsan la introducción de nuevos almacenes y espacios adecuados para la operativa de nuevas actividades logísticas.

[sumario]España cuenta con un gran potencial logístico, especialmente en tiempos en los que las cadenas de suministro y la producción internacional global están replanteándose el modelo de globalización existente hasta 2019.[/sumario]

En segunda posición, pese al evidente parón del comercio electrónico, el e-commerce en España aún tiene mucho camino que recorrerpara alcanzar el grado de madurez que ya tienen otros países de nuestro entorno.

El comercio electrónico supone un reto de gran calado en el ámbito de la logística urbana, un segmento de actividad en el que se avecinan cambios de gran importancia que implican desde la adaptación del sector a las nuevas zonas de acceso restringido que habrán de llegar a las ciudades de más de 50.000 habitantes en 2023, hasta la implantación de nuevos modelos de distribución urbana adaptados a mayores números de pedidos, pero más recurrentes y más pequeños.

En tercer lugar, España cuenta con un gran potencial logístico, especialmente en tiempos en los que las cadenas de suministro y la producción internacional global están replanteándose el modelo de globalización existente hasta 2019.

El sistema portuario parece haber entendido este incipiente proceso y busca ampliar los espacios destinados a actividades logísticas, mientras mejora las conexiones intermodales con sus áreas de influencia interiores.

En definitiva, son muchos los retos por afrontar. Según diversos analistas, el sector inmologístico español tiene una sana relación oferta-demanda. Se avecinan curvas, pero la inmologística parece preparada para seguir adelante con un camino de especialización, rigor y adaptación que es el mismo que le ha llevado a convertirse en un segmento de referencia en la última década.

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