
El impulso del comercio electrónico y la irrupción de nuevos modelos de distribución basados en centros más pequeños y ubicados dentro de las ciudades, tipo Mercadona, Lidl o Aldi, ha afectado de lleno al negocio tradicional de las grandes superficies en el mercado español de la gran distribución.
En este sentido, esta semana, Alcampo ha anunciado esta semana a los representantes sindicales de su plantilla en España la decisión de iniciar un despido colectivo en la empresa que afectará a un máximo de 710 personas y supondrá el cierre de no más de 25 supermercados con dificultades.
La cadena gala estima que este camino de transformación que vive el sector hace "fundamental recuperar los resultados y asegurar un crecimiento sostenible en todas y cada una de las tiendas".
De manera particular, la compañía alude a la compra en 2023 de un paquete de 224 supermercados, algunos de los cuales, asegura en un comunicado, "no se adaptaban a su modelo, su localización no era la deseable o tenían una tasa de esfuerzo excesiva".
Además, para garantizar la mejor experiencia de compra, Alcampo está llevando a cabo la renovación y modernización de más de sesenta tiendas, así como la potenciación de su comercio on line.
Así mismo, la francesa también ha puesto en marcha una plataforma logística diseñada para obtener la mayor eficacia operacional en su cadena de suministro.
Tras la comunicación oficial a los sindicatos, el siguiente paso en este proceso que la cadena anuncia como "medidas adicionales para acompañar su plan de transformación y adaptación al futuro" es el de constituir la mesa negociadora del despido colectivo.