El impacto de las convulsiones geopolíticas en las aduanas ha sido objeto de análisis en una mesa redonda que ha formado parte del programa del II Summit del Frío que ha organizado Cadena de Suministro la semana pasada en Madrid.
El debate, moderado por Martín Fernández, director técnico de Feteia-Oltra, se ha centrado en los retos que supone el actual marco geoestratégico global para las aduanas, con la participación de Marta Valero, del Icex, Macarena Ramos, de Partida Logistics y Mª Carmen Masegosa, de Masegosa Consulting.
Aduanas, a medio camino entre el control y la agilización del comercio
En esta ocasión, Mª Ángeles Martín, del Área de Inspección e Investigación del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, ha hecho un completo resumen de los cambios que se están produciendo en el marco legal de los trámites aduaneros, tanto dentro de España, como en toda Europa.
A su juicio, las aduanas han trascendido su función recaudatoria inicial para adoptar un rol más complejo en un comercio transfromterizo global. Para Martín, "da aduana se enfrenta a un equilibrio complejo entre el control aduanero y la agilización del comercio".
Entre los retos que ve la responsable de la Agencia Tribuataria para el sector aduanero se encuentran la dispersión normativa, que dibuja un panorama confuso a veces, las dificultades en el intercambio de información a nivel internacional, la protección de datos confidenciales en el comercio, la heterogeneidad de competencias, el cuadro sancionador internacional, el nuevo esquema arancelario de los Estados Unidos y la adopción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Para Martín, el comercio electrónico global en particular, por el gran volumen de paquetes que obliga a controlar cada día, obliga a las aduanas a mover el foco de la vigilancia del fraude aduanero a la seguridad en las importaciones, especialmente de productos farmacéuticos y cosméticos.
Nuevas tecnologías para agilizar los trámites aduaneros
Tras la representante de la Agencia Tributaria, Marta Valero, del Icex, Macarena Ramos, de Partida Logistics y Mª Carmen Masegosa, de Masegosa Consulting, han entrado en algunos de los aspectos que dificultan los trámites aduaneros para mercancía refrigerada, al tiempo que han insistido en la necesidad de una mayor colaboración público-privada para mejorar los puntos de fricción que se dan a diario en diversos puntos fronterizos y para encontrar soluciones que permitan agilizar la operativa, que al fin y al cabo es el objetivo de todos los actores, sin perjudicar el rigor del control.
Por un lado, Mª Carmen Masegosa, directora de Masegosa Consulting, ha hecho referencia a la oportunidad que supone la digitalización para los procesos aduaneros, tanto por su capacidad para aportar fluidez y optimizar procesos, como para reducir los errores humanos y aumentar la productividad, factores vitales, a su juicio, para afrontar la alta exigencia y la presión del sector.
Para Masegosa, "la digitalización nos permite que seamos más productivos en otras tareas, con lo cual, desde mi punto de vista, supone una oportunidad para los equipos de trabajo".
A su vez, Macarena Ramos, directora del departamento de importación de Partida Logistics, ha entrado en la perspectiva empresarial que tienen los trámites aduaneros, para insistir en ciertos casos que implican que los controles puedan provocar que productos perecederos pueden quedarse parados entre cinco y siete días en los puestos de control fronterizo de algunos grandes puertos.
A juicio de Ramos, "nuestro trabajo se convierte al final en mucho trabajo administrativo, cuando nuestros operadores o cuando nuestros profesionales deberían de entrar precisamente atendiendo a la complejidad del propio proceso y no teniendo datos para tantísimos controles".
Por último, Marta Valero, directora de Infraestructuras y Tecnologías Industrial del Icex, ha incidido en la responsabilidad que tienen las entidades públicas a la hora de impulsar la actividad exterior del tejido productivo, y en especial de las pequeñas y medianas empresas, que son las que habitualmente más dificultades tienen para llegar a mercados fuera de las fronteras españolas.
En este mismo sentido, Valero ha querido reivindicar el papel del Icex para "ser facilitadores de distintas formas y detectar cuáles son las principales barreras en el tráfico mercantil para que las empresas españolas".