A pocos días de que Glovo laboralice a todos sus repartidores, el juzgado de lo Social número uno de Barcelona le ha condenado a regularizar la situación de 3.572 repartidores que habrían trabajado como falsos autónomos entre 2015 y 2018.
El órgano judicial catalán considera que existía "una relación de trabajo por cuenta ajena" en estos casos y obliga a la plataforma a llevar a cabo las acciones necesarias para que sean considerados asalariados, pese a que muchos de ellos ya no desarrollan su labor como repartidores de esta compañía.
De igual manera, el juzgado de lo Social número uno de Barcelona argumenta que estos riders "no organizaban su trabajo, no negociaban condiciones ni recibían el pago directamente de los clientes. Su autonomía se limitaba a elegir el medio de transporte y la ruta a seguir, lo que demuestra la existencia de las características esenciales de una relación laboral".
En esta misma línea, para este tribunal, "el sistema de asignación algorítmica de servicios, la supervisión constante y la posibilidad de sanción revelan un poder empresarial efectivo", que sería incompatible con la relación que mantiene un autónomo con sus clientes.
La sentencia implica la mayor regularización laboral de supuestos falsos autónomos en toda la historia de Glovo.
El pasado mes de mayo, UGT cerró un acuerdo con Glovo para laboralizar todos sus repartidores en España, unos 23.000 en total, a partir de este mes de julio.