De un tiempo a esta parte, la inteligencia artificial, y en particular la inteligencia artificial generativa, está en todas partes.
Sin embargo, pese a que pudiera parecer otra moda tecnológica más, de esas que vienen a cambiar el mundo cada cierto tiempo y que, pasados unos meses, quedan en nada, parece ser, según dicen los grandes gurús, que la inteligencia artificial tiene un potencial inmenso para transformar radicalmente el modo en que nos relacionamos con la tecnología.
Según algunos expertos, el impacto de la inteligencia artificial será superior al que ha tenido la expansión global de internet y el dominio tiránico del buscador de Google desde finales de los años 90 del siglo pasado.
Al parecer, la inteligencia artificial aporta, además de una nueva manera de hacer muchas de las actividades que hacemos hasta ahora, amplias posibilidades para crear nuevos desarrollos. Precisamente su capacidad para entender el lenguaje natural y su capacidad para ir adaptando las respuestas hasta conseguir el objetivo deseado abren numerosos campos de aplicación, tantos como deseen los usuarios, al menos en teoría.
Todos estos factores hacen de la inteligencia artificial una auténtica navaja suiza tecnológica que, además de ampliar el uso de las nuevas tecnologias, también permitirá una relación más natural con el mundo digital, circunstancia que también ensancha el número de potenciales usuarios.
Una tecnología no tan nueva
En el ámbito logístico y del transporte, el uso de algoritmos (es decir, las fórmulas matemáticas que permiten gestionar ingentes volúmenes de datos y que se esconden tras la parlanchina apariencia de las aplicaciones de inteligencia artificial) ya se conoce desde hace largos años.
Pero no por ello, la inteligencia artificial está teniendo un impacto menor.
Un estudio de Amazon de este mismo año revela que un 84% de los responsables de compras encuestados afirma que tiene previsto invertir en herramientas de IA y su principal objetivo es utilizarla para aliviar las presiones de costes, así como para como realizar análisis de gastos basados en IA (40%), en lugar de aprovecharla para fines más estratégicos, como el análisis predictivo (33%).
El mayor avance que supone la inteligencia artificial es, quizá, el cambio radical que propone para el modo por el que nos relacionamos con las nuevas tecnologías.".
Al tiempo, el análisis constata que, aunque se reconoce el potencial de la inteligencia artificial, aún no se está aprovechando plenamente, dado que un 40% de los responsables de compras desean obtener más información sobre el potencial de esta tecnología para un análisis de datos más profundo en el futuro.
En definitiva, parece como si hasta el enfoque que le damos a la tecnología se hubiera quedado desfasado: Esperamos un libro de instrucciones, como el que nos daban al comprar un ordenador en los 80, cuando la inteligencia artificial es casi líquida, o, al menos, un campo al que no se le pueden poner puertas. Y precisamente es en esto donde radica su principal ventaja y su mayor peligro.
En esta misma línea, otro estudio del Centro Español de Logística y Accenture constata que un 73% de los directivos reconoce un bajo o muy bajo conocimiento sobre la inteligencia artificial.
De igual manera, un 52% de las empresas encuestadas reconoce que no invierte lo suficiente en formación específica en inteligencia artificial para sus equipos. Más aún, un 92% de los encuestados no ha definido todavía un plan de desarrollo y adopción de esta tecnología.
Sin embargo, pese a este contexto desfavorable, un 84% de los encuestados asegura que implementar soluciones basadas en inteligencia artificial tendrá un impacto muy positivo en la productividad de sus empleados, especialmente en ámbitos como el análisis predictivo y toma de decisiones, automatización de procesos, personalización, sostenibilidad, mantenimiento predictivo, optimización logística, gestión de riesgos, transformación organizacional y en marcos de gobernaza responsables.
A la vista de esos impactos positivos, el estudio del CEL y Accenture identifica oportunidades concretas en diferentes áreas de la cadena de suministro.
En particular, el trabajo apunta que en planificación puede ayudar en el análisis de demanda, en compras puede usarse como asistente contratos, en producción puede emplearse en sistemas inteligentes de gestión de la calidad, en la logística y transporte puede contribuir a gestionar posibles interrupciones y en almacenes, la inteligencia artificial puede desplegarse para la optimización de operaciones en almacén, especialmente mediante el uso de gemelos digitales.
Además, gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos, la inteligencia artificial puede jugar un papel destacado en los trámites aduaneros. En este sentido,los algoritmos pueden detectar discrepancias en la documentación comercial que pasarían desapercibidas para los inspectores más experimentados.
Así mismo, esta tecnología permitirá reducir el tiempo de procesamiento de documentos, agilizar el flujo de mercancías e identificar patrones sospechosos en rutas comerciales y emitir alertas automáticas, permitiendo una reacción proactiva frente a posibles riesgos.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial en logística son múltiples, aunque su adopción sea tímida aún y circunscrita a propósitos más tácticos que estratégicos.
Por otra parte, la inteligencia artiificial se consolida como una herramienta transformadora en la toma de decisiones basada en datos.
Las herramientas de análisis predictivo permiten prever la demanda, optimizar rutas y mejorar la gestión de inventarios. Además, otras funciones avanzadas de la inteligencia artificial pueden adaptarse para robots, optimizando sus operaciones mediante la combinación de inteligencia y robótica.
Al tiempo, la inteligencia artificial puede facilitar el desarrollo de entornos de trabajo en los que la tecnología y la automatización sean aliadas de sus equipos para construir una cadena de suministro adaptada a las crecientes demandas de los consumidores.
Por otro lado, esta tecnología permite una mejor asignación de los recursos humanos, teniendo en cuenta tanto los picos de demanda en periodos señalados como Navidad o Black Friday, como los períodos de baja actividad, algo que posibilita una reducción de los costes laborales y un equilibrio entre eficiencia y bienestar de los empleados.
De igual modo, la inteligencia artificial también puede usarse en la optimización de rutas con un enfoque que ha dado lugar una reducción significativa de los tiempos de entrega y el consumo de combustible y, con ello, un ahorro de costes y una significativa disminución de la huella de carbono.
Adicionalmente, esta tecnología puede mejorar el proceso de reclutamiento de personal a través del análisis de documentación y la generación de perfiles óptimos.
Así mismo, la inteligencia artificial cuenta un gran potencial para revolucionar la intralogística.
Así pues, la inteligencia artificial para optimizar los procesos de flujo de materiales o para desarrollar gemelos digitales que permitan recopilar, procesar y analizar enormes volúmenes de datos operativos del almacén en tiempo real.
De igual modo, los algoritmos de aprendizaje automático y las redes neuronales pueden mejorar la eficiencia de almacenes para amentar el rendimiento, optimizar tanto las flotas manuales como las automatizadas, y el personal se podrá desplegar de manera más eficiente, lo que, a su vez, supondrá un ahorro de costes significativo.
Además, esta tecnología puede facilitar la interconexión de los vehículos industriales manuales para conseguir un seguimiento preciso de la ubicación de cada vehículo, a medida que las operaciones del almacén se vuelven más complejas.
En el transporte, un 58% de los flotistas españoles estima que utilizará tecnologías de inteligencia artificial en los próximos cinco años, según un nuevo estudio de Webfleet.
De igual modo, el trabajo señala que un 96% de los gestores de flotas españoles espera aumentar su inversión en tecnologías digitales para flotas en los próximos cinco años.
Así mismo, un 58% de estos profesionales fundamenta la inversión en digitalización por las mejoras que aporta en eficiencia y reducción de los costes operativos, mientras que otro 47% destaca la mejora de la seguridad del conductor y del vehículo como la razón principal para invertir en tecnología de gestión de flotas.
IA y relación con el cliente
Adicionalmente, la inteligencia artificial tiene una primera aplicación como asistente virtual que puede ser de gran ayuda en el ámbito logístico, tanto para atención al cliente externo, como a nivel interno.
En este sentido, estos desarrollos tecnológicos permiten disponer de una atención las 24 horas del día y generan ahorros de costes al sustituir servicios de atención al cliente externos.
Así mismo, también permiten automatizar de tareas y ofrecer experiencias personalizadas, algo cada vez más importante en el segmento del comercio electrónico y la atención omnicanal.
Al mismo tiempo, esta tecnología cuenta con una gran escalabilidad que permite adaptarla rápidamente para trabajos más intensos y voluminisos. De igual manera, su bajo coste y la facilidad de uso evitan los problemas de aprendizaje y la inversión que vienen siendo necesarias con otros desarollos más complejos.
La inteligencia artificial permite un alto grado de personalización, pero para conseguirlo tiene que estar adecuadamente entrenada con datos de calidad".
Barreras
Sin embargo, como todo en esta vida, además de sus evidentes ventajas, la inteligencia artificial tambié tiene una serie de barreras entre las que se encuentran la definición de objetivos estratégicos y del retorno esperado o una evaluación de las capacidades actuales para identificar de antemano posibles brechas tecnológicas.
De igual manera, esta tecnología también obliga a desarrollar una estrategia de gestión de datos que garantice su calidad, seguridad y accesibilidad, a poner en marcha una infraestructura tecnológica actualizada y el abordaje de la necesaria transformación de los puestos de trabajo.
En definitiva, la inteligencia artificial propone un cambio radical y en múltiples facetas, algo que, lógicamente, genera desconfianza e inseguridades.
También es importante tener en cuenta el gobierno del dato, toda vez que la inteligencia artificial funciona a partir de un volumen descomunal de información. En este sentido, saber de dónde salen todos esos datos, cómo se almacenan y quién es el responsable de su gestión y custodia son aspectos clave.
En cualquier caso, el abordaje de la inteligencia artificial va más allá del uso de la tecnología para una función concreta.
La inteligencia artificial ha venido para ayudar a solucionar problemas de gran complejidad con una nueva perspectiva. Eso dicen. l