"Cada vez será más difícil realizar entregas con medios de transporte convencionales”

Debido a su gran tamaño y a que están diseñadas para dar respuesta al negocio B2B, "a las empresas tradicionales les está costando mucho adaptarse a la operativa B2C".

19/06/2015 a las 9:40 h

Dos años y medio después de la puesta en marcha de Emakers, la 'compañía de distribución urbana sostenible para pedidos e-commerce', sus promotores han analizado la situación actual del negocio on-line en torno a las entregas.

A este respecto, afirman que "cada vez será más difícil realizar entregas con medios de transportes convencionales”, ya que en los próximos años aumentarán las restricciones horarias a vehículos en zonas urbanas que no sean únicamente los centros históricos.

Además, la mayor dificultad a la que se enfrentan las empresas de transporte es la ausencia de los destinatarios en sus domicilios a la hora de hacer entrega del paquete. 

Por tanto, la solución idónea consistiría en una interacción eficiente entre el transportista y el cliente para definir un horario de entrega, ya que, "si no se es capaz de comunicar al cliente cuándo vas a realizar la entrega y ofrecerle la máxima flexibilidad, siempre tendrás un alto porcentaje de pedidos no entregados", afirman.

El problema para las empresas de transporte tradicionales, según señalan desde la distribuidora e-commerce, es que están diseñadas para dar respuesta al negocio B2B y, debido principalmente a su gran tamaño, "les está costando mucho adaptarse a la operativa B2C".

No obstante, en favor de los operadores presentes en el mercado de la paquetería, que realizan entregas de pedidos generados en el canal del e-commerce, hay que apuntar el desarrollo de soluciones innovadoras que le permiten al cliente acordar un horario de entrega, en ventanas horarias más ajustadas.

El futuro inmediato pasa inevitablemente por potenciaciar otras fórmulas de entrega, como las consignas automáticas o los puntos de conveniencia, con una gran implantación en mercados más desarrollados que el español, como es el caso del alemán, toda vez que las entregas en el lugar de trabajo, empiezan a encontrar dificultades por la prohibición del acceso de los repartidores a los grandes centros de oficinas.

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