El dilema Armas

La toma de control en Naviera Armas por los fondos de inversión supone otro paso más del sector marítimo español hacia la irrelevancia, salvo honrosas excepciones.

24/02/2023 a las 20:13 h

La toma de control de los fondos de inversión sobre Naviera Armas abre en canal el dilema sobre su futuro inmediato. Las conversaciones con diferentes actores para buscar una salida a esta histórica naviera se suceden sin que las entidades que tienen la voz cantante tengan muy claro qué hacer con la compañía.

Alguno de estos actores ya lo ha reconocido públicamente, así como también su relativo interés en una operación que le abriría un camino complementario a su actual modelo de negocio en Canarias.

Son muchas las preguntas que rodean a la compañía: ¿Qué hacer con ella? ¿Ponerla en valor? ¿Venderla al completo? ¿Trocearla? Son múltiples las posibilidades y, de entre todas ellas, la única que parece clara es que los fondos de inversión que ostentan el poder de decisión no tienen intención de permanecer en la empresa más allá de lo estrictamente necesario.

Sin embargo, en este punto también existen diferencias de criterio sobre el camino a seguir, ya que la proporción de la deuda y, sobre todo, las condiciones en que la tiene cada uno de los fondos, está repartida de manera heterogénea.

El periplo de Armas

Armas tiene en su tradicional presencia en Canarias su punto fuerte. Domina los tráficos interinsulares, en competencia con Fred Olsen, y cuenta con una destacada conexión entre el archipiélago y la península.

Sin embargo, también tiene otros aspectos negativos achacables a su gestión, que se han ido acumulando desde la compra de Trasmediterránea a Acciona en la primera década de este siglo y que inexorablemente le han ido llevando hasta el actual callejón sin salida. El principal de ellos quizás sea su debilidad en las conexiones en el estrecho de Gibraltar.

[sumario]La Administración sigue sin tener clara la importancia que tiene el transporte marítimo internacional no solo para el sector logístico español, sino para el conjunto de la economía.[/sumario]

Mientras tanto, la Administración (da igual cuando se lea esto: vale para la anterior y para la presente, y servirá también para la siguiente) sigue sin tener clara la importancia que tiene el transporte marítimo internacionalno solo para el sector logístico español, sino para el conjunto de la economía y asiste de lejos a la pérdida de otra legendaria compañía española, como pensando que esto no es más que otra simple cosa de empresarios.

Un sector a pique

En este marco, que podría calificarse en una horquilla que iría desde una fatigosa desidia hasta el simple desinterés, el sector marítimo español hace aguas justo cuando la competitividad a nivel internacionalse mide cada día más por la eficacia de las cadenas de suministro de cada país.

Y en términos que van más allá de las infraestructuras o la conectividad y que enlazan con la falta de iniciativa privada, salvo honrosas excepciones, así como con el escaso apoyo público, algo que, sin embargo, se da sin vergüenza alguna en otros países, incluyendo los europeos.

En este sentido, el naufragio de Armas, al que parece que seguirá no tardando mucho algún otro movimiento más de las grandes navieras en el mercado marítimo español, es otro síntoma de la falta de una política en el transporte marítimo que mire más allá de los puertos y los astilleros con una visión integral.

Es más, a una mayor escala, este caso denota la carencia de una política industrialen un país que parece que solo sabe hacer crecer sus empresas para venderlas a las primeras de cambio y que, desde luego, no vale para mantenerlas.

 

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