El PIF del puerto de Vigo, un problema que viene de lejos

Las empresas denuncian que Sanidad Exterior y los servicios de inspección Soivre demuestran un "excesivo celo" que está generando una pérdida de los tráficos a favor de los puertos lusos.

18/01/2017 a las 1:14 h

La asociación empresarial Conxemar expondrá este jueves 19 de enero a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, la problemática en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto de Vigo, que es una de las prioridades actuales de su cartera, teniendo en cuenta el desvío de tráficos del recinto portuario a terminales portuguesasque está afectando a los empresarios de la zona, según recoge El Faro de Vigo.

De momento, la asociación ha informado de la situación al senador del PP de Vigo, Miguel Fidalgo y a la presidenta del PP de Vigo, Elena Muñoz, a la que han trasladado en una reunión las trabas aduaneras en Guixar, que consideran "un problema viejo", por lo que dudan que pueda solucionarse de forma definitiva.

Se trata de una cuestión que afecta a la competitividad de las empresas y está generando numerosas críticas hacia el departamento de Sanidad Exterior de Vigo y los servicios de inspección Soivre. Uno de los últimos colectivos en pronunciarse ha sido la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), que ha alertado de la sistemática paralización de contenedores en el puerto debido al "excesivo celo" de los inspectores.

Esto ha llevado a empresas de Vigo a importar de manera regular a través del puerto luso de Leixões, estableciendo incluso en este puerto depósitos para almacenar las mercancías. Así, según las estimaciones oficiales de la instalación portuaria, hasta noviembre de 2016 un total de 57.000 toneladas de pesca congelada con destino final en Vigo tuvieron que entrar a través de Leixões.

Los importadores buscan otros puntos de entrada

La situación viene de lejos, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar la gestión del PIF para terminar con los problemas que está ocasionando en el puerto. Ya en el segundo cuatrimestre de 2009, la pesca congelada cayó un 19%respecto al año anterior, lo que supuso una pérdida de 100.000 toneladas que se marcharon a Leixoes-Oporto, tal y como denunció en su momento el diario Atlántico.

Las instalaciones portuguesas cuentan con todas las garantías y una agilidad muy superior para la entrada de mercancía refrigerada, por lo que en ellos reside una de las principales soluciones que han tenido que poner en marcha las empresas, que se han visto obligadas a buscar otros puntos de entrada.

Además, los importadores también han recurrido al envío de mercancía a Vigo en avióndesde otros puertos de la península, donde este tipo de operaciones se gestionan de forma rápida y eficaz. En este sentido, la Autoridad Portuaria ha reconocido en numerosas ocasiones que lo que sucede con el PIF constituye el principal obstáculo para la recuperación plena de los tráficos.

El mismo diario recoge el conflicto surgido en septiembre de 2016 por unas naranjas procedentes de Sudáfrica que llegaron al recinto en varios contenedores y tuvieron que pasar varios días en el Puesto de Inspección Fronteriza esperando un permiso para su transporte, que no lograron debido las objeciones de Sanidad Exterior.

Por ello, tuvieron que ser trasladadas al puerto de Leixoes, donde fueron despachadas en unas horas, y desde entonces, resulta casi imposible que las miles de toneladas de esta fruta que deben llegar al mercado europeo utilicen la instalación gallega.

En este sentido, los usuarios del enclave portuario consideran que la ventanilla única no funciona y señalan que nadie autoriza a descargar si no se puede garantizar que la fruta vaya a ser despachada con rapidez, lo cual no sucede. Por contra, el vecino puerto de Marín, con un PIF mucho más reducido, cuenta con servicios más eficientes y un despacho más rápido de las mercancías perecederas.

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