Frente a la liberalización salvaje, existen alternativas

Los estibadores portuarios formamos parte de un sector cuya competitividad y solvencia lo han convertido en uno de los motores indiscutibles de la economía española.

27/07/2019 a las 12:37 h

Frente a la liberalización salvaje existen alternativas. La política debe estar al servicio de las personas y no de los beneficios empresariales, porque es posible una economía productiva y competitiva que respete los derechos sociales y laborales. No me canso de repetirlo, tengo la autoridad de haber vivido la demostración de este postulado.

Los estibadores portuarios formamos parte de un sector cuya competitividad y solvencia lo han convertido en uno de los motores indiscutibles de la economía española, los datos se superan casi mes a mes. Y esto es así pese a la permanente inseguridad jurídica, la ‘crisis de la estiba’, que ha venido sufriendo en los últimos cinco años, cuyo comienzo no fue tanto la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, que cuestionaba algunos aspectos del modelo español y a la que se le estaba buscando una respuesta consensuada, sino la decisión del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que, en febrero de 2017, más de dos años después de conocida la sentencia, decidió reformar el sistema portuario español de forma unilateral, vía Real Decreto-Ley, con una norma que se excedía, con mucho, de lo que exigía la sentencia del TJUE.

Era una opción ideológica ultraliberal que suponía la vulneración más radical de los derechos laborales. Significaba que los trabajadores y trabajadoras que veníamos prestando servicios en la estiba portuaria habíamos perdido nuestros puestos de trabajo.

Ese fue el pistoletazo de salida a dos años de arduas negociaciones con los diferentes partidos políticos y con el resto de agentes del sector, dos años de lucha decidida en la calle, de unidad entre los estibadores y con otros colectivos que los apoyaron porque los veían como una aspiración, de sufrir campañas mediáticas salvajes de desprestigio, de mucho desasosiego y de una idea clara de defensa de su profesión, que acabó dando resultado, resumida en el grito de ¡ni un paso atrás!.

[sumario]Para llegar al RDL, aprobado el pasado 29 de marzo, que contiene las reivindicaciones básicas de los trabajadores, se han dictado tres reales decretos leyes y un decreto.[/sumario]

Para llegar al RDL, aprobado el pasado 29 de marzo, que contiene las reivindicaciones básicas de los trabajadores, con el que demostramos que existían alternativas para no menospreciar a los trabajadores, y que la solución no pasaba por la destrucción de empleo y el deterioro de las condiciones laborales, se han dictado tres reales decretos leyes y un decreto.

A pesar de que el sistema de estiba en España ha cambiado profundamente hemos logrado una fórmula, consensuada, que da estabilidad al sector y deja claras cuáles son las normas de futuro, al mismo tiempo que garantiza la opción de ejercer nuestra profesión en unas condiciones dignas.

Este es el reto común que tenemos todos los trabajadores y trabajadoras de Europa, especialmente ante el gran desafío que supone la automatización, y que, como hemos visto, se puede conseguir: defender los derechos sociales de todos frente a los derechos económicos de unos pocos.

No podemos volver al origen del trabajo y no debemos permitir que la libertad sindical y el derecho a la negociación sean cuestionados por el sacrosanto derecho a la competencia. En los puertos no estamos de espaldas a los cambios. Sin duda, se puede y debemos avanzar en la implantación de nuevas tecnologías. Ahora bien, sobre lo que debemos reflexionar y acordar es sobre su alcance y repercusiones sociales.

Antolín Goya

Coordinador General

Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar

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