La crisis energética que ha generado la invasión rusa de Ucrania y el uso del suministro de combustibles como un arma de presióncontra las sanciones económicas impuestas a Rusia se está cebando con Europa.
Ante esta realidad, la Unión Europea busca alternativa al petróleo y el gas que hasta hace unos meses suministraba Rusia y ha vuelto la vista hacia los biocombustibles como alternativa para el transporte.
Sin embargo, un reciente documento del Parlamento Europeo señala que incrementar el suministro y utilización de estos combustibles rápidamente es algo difícil y con un alcance limitado.
De igual modo, el hidrógenosolo ofrece un potencial como alternativa a los combustibles fósiles a medio plazo. Así mismo, la eficacia y el alcance de la contribución del hidrógeno y sus derivados a la reducción del uso y transporte de combustibles fósiles depende en gran medida, a juicio del Parlamento Europeo, de estimular la demanda, especialmente en sectores donde hay opciones más rentables que la electrificación directa para la descarbonización.
Como consecuencia, la Eurocámara pone el acento en que la actual coyuntura pide impulsar medidas de ahorro en el consumo de combustibles en el sistema comunitario de transporte, así como en diversificar el suministro y las fuentes energéticas para reducir la dependencia que tiene la Unión de Rusia para el suministro de petróleo y gas.