Las actuales disrupciones en las cadenas de suministro mundiales, de las que se ha culpado principalmente a la pandemia y las incesantes tensiones geopolíticas, han sacado a la luz un viejo problema, que acompaña al transporte por carretera desde hace años, aunque sus consecuencias no eran tan evidentes para todos. Al menos, hasta ahora. El prolongado problema de la falta de trabajadores en el sector logístico ha captado la atención del público general solamente a finales del año pasado, cuando las dificultades relacionadas con el Brexit planteaban una opción muy poco atractiva para los conductores extranjeros que estaban pensando volver a trabajar al Reino Unido desde Europa continental. La falta de combustible en las estaciones de servicio, las tiendas cerradas y los paquetes que no podían ser entregados en plenas vacaciones de Navidad no eran algo que los medios de comunicación o los ciudadanos a ambos lados del Canal pudieran ignorar fácilmente. Después del séptimo trimestre consecutivo de aumentos, el índice de tarifas de transporte por carretera de la IRU para la región europea batió un récord absoluto en el primer trimestre de 2022 debido a los crecientes costes, las interrupciones que afectaban a la oferta y la capacidad, los cambios regulatorios y las tensiones geopolíticas, lo que constituye un potente mix para impulsar las tarifas al alza. En concreto, el índice aumentó 4,3 puntos respecto al trimestre anterior y 7,5 puntos respecto al primer trimestre de 2021. Mindaugas Paulauskas, consejero delegado de Girteka Transport, tampoco es optimista sobre el futuro: “Los precios se incrementarán aún más. Aún estamos asistiendo al crecimiento de la inflación, que está afectando a todos los sectores, y las previsiones sobre la situación económica, lamentablemente, no apuntan a una estabilización de los costes a corto plazo. Según nuestros cálculos, el aumento será del 30% de aquí a un año”. Una encuesta anual sobre la escasez de conductores publicada a finales de junio por la IRU muestra que las vacantes para conductores siguen aumentando a un ritmo aterrador y sin precedentes, prácticamente en todas las regiones del mundo. Tras entrevistar a más de 1500 operadores de 25 países de América, Asia y Europa, la Organización descubrió que la escasez de conductores aumentó en todas las regiones en 2021, excepto en Eurasia. En Europa, aumentó un 42%, con 71.000 vacantes en Rumania, 80.000 en Polonia y Alemania, o 100.000 en Reino Unido.
Nuevos desafíos para la industria del transporte
En este contexto, mientras las empresas estaban haciendo todo lo posible para atraer a nuevos conductores y, no menos importante, para mantener al personal actual, la introducción del Paquete de Movilidad de la UE, teóricamente destinado a mejorar las condiciones de trabajo de los conductores, ha llevado a un aumento significativo de los costes operativos. [sumario]Las previsiones sobre la situación económica, lamentablemente, no apuntan a una estabilización de los costes a corto plazo.[/sumario] Los conductores ahora tendrán que regresar cada cuatro semanas a su país de residencia o al lugar donde tenga su base la empresa, y el camión tendrá que regresar a la base cada ocho semanas, lo que supone que más camiones viajarán en vacío con más frecuencia, ya que tales viajes rara vez se alinean con la demanda de carga que se mueve en la misma dirección. El desequilibrio de las rutas en todo el continente no solo genera un aumento de los costes operativos, sino que con el aumento de los 'kilómetros vacíos', se generan cantidad de emisiones innecesarias, lo que también supone gastos innecesarios. En consecuencia, se reducen las posibilidades de las empresas de retener a los conductores. Además, no se espera que los costes del combustible se estabilicen en un futuro cercano, lo que añadirá más presión a los costes operativos de los transportistas. Por si esto fuera poco, desde que comenzó la guerra en Ucrania, la situación se ha visto agravada por la incapacidad casi total de los ciudadanos de Ucrania, Rusia y Bielorrusia de trabajar en empresas europeas. En el caso de los ucranianos que trabajaban como camioneros para empresas europeas, principalmente hombres de entre 18 y 60 años, ahora deben permanecer en su país de origen. Además, los países de la UE han restringido en gran medida los procesos relacionados con la solicitud de visados de trabajo para ciudadanos de la Comunidad de Estados Independientes. Dejando de lado las tensiones geopolíticas y la inestabilidad económica, otra preocupación crítica tiene que ver con la demografía. Según los últimos datos de ICU, los conductores menores de 25 años seguían siendo una minoría, con un 6 o 7% del total, no solo en Europa y Asia, sino en la mayoría de las regiones del mundo. Por otro lado, existen entre dos y cinco veces más conductores mayores de 55 años. Los operadores señalan que la crisis actual de escasez de conductores se debe a la falta de conductores calificados, mientras que ellos creen que el problema está en las condiciones del conductor y la imagen de la profesión. Incluso de forma más proactiva que antes, las empresas buscan constantemente nuevos conductores en todos los mercados disponibles. Por ejemplo, Girteka está ampliando el alcance geográfico de sus procesos de reclutamiento, que ahora se extienden a países como India o Filipinas. Sin embargo, esto plantea un nuevo problema, relacionado con las limitaciones vigentes para los conductores de fuera de Europa, principalmente de países asiáticos.
Los operadores están poniendo todo de su parte
Actualmente, existe una gran cantidad de camioneros cualificados en países como Kirguistán o Uzbekistán dispuestos a trabajar en la UE, pero hay problemas con la regulación actual, no solo por la imposibilidad de acortar los plazos para su incorporación, sino también por la falta de recursos para satisfacer la demanda de visados para conductores de países asiáticos. "Desde principios de abril, por primera vez, tenemos un balance de contratación de conductores negativo, lo que significa que contratamos menos conductores de los que contrataríamos si la rotación de empleados fuera tan sencilla como antes. Este saldo negativo, debido a la falta de conductores en el mercado, se hace aún más notorio por nuestro plan de expansión y la incorporación de nuevos camiones a la flota" explica Paulauskas. Junto a otros transportistas, Girteka trabaja de manera proactiva en la mejora de la situación, participando en reuniones con cónsules y representantes de la UE en países asiáticos, además de fortalecer su cooperación con agencias de contratación para captar conductores de estados no pertenecientes a la UE. De hecho, gracias a su cooperación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el de Transportes y Comunicaciones de Lituania, el 16 de mayo se inauguró un nuevo centro de visados en Bishkek.
La inflación afecta a todo el mercado
La competencia por los conductores dentro de la UE también es más fuerte que nunca, lo que hace más necesario que nunca ofrecer mejores condiciones. Los aumentos salariales son la única forma no solo de mantener a los conductores dentro de la industria, sino de mantenerlos conduciendo los mismos camiones con los que mueven la carga ahora. Las empresas son conscientes de que el próximo aumento salarial de los conductores no será simbólico, sino importante, significativo y bien pensado, ya que tienen que cubrir sus propios costes de vida, que siguen aumentando drásticamente. En cualquier caso, dado que los costes operativos siguen aumentando por el incremento general de los precios, obviamente las tasas del transporte no han tocado techo. En este sentido, la expectativa de unas tasas de interés más altas han reducido significativamente la confianza del consumidor en gran parte del continente, incluidas las economías europeas más grandes. De todos modos, el aumento de las tarifas del transporte por carretera no es un caso único en la industria del transporte de carga. Por ejemplo, según el Índice Mundial de Contenedores, el precio de transportar por mar un contenedor de 40 pies está un 118% por encima del nivel del año anterior, y las tarifas de transporte aéreo en las rutas de Hong Kong/Asia hacia América del Norte y Europa siguen siendo extremadamente altas, con incrementos del 51% y el 35% respectivamente. Por tanto, debido a la inflación y las interrupciones del suministro, junto con otros factores relacionados, la presión está aumentando también en el transporte de carga aérea, el transporte marítimo y otros.