Fran Alapont, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Grúas de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística
La odisea de ser gruista
La Administración debe actuar para atraer a más gruistas, para que puedan realizar las operativas y seguir impulsando esta actividad que también es motor de la actividad económica.
Viernes, 10/02/2023 por CdS
Fran Alapont
presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Grúas de FVET
Una problemática para este año y los venideros es la gran demanda de nuevos conductores gruistas. El sector de grúas ha recuperado su actividad y, en paralelo, se han jubilado gruistas para los que no hay relevo generacional de momento.
La profesión de gruista es muy atractiva y está bien remunerada, pero el acceso a ella, hoy por hoy, es complejo. En primer lugar, es necesario obtener el carnet de conducir camiones y el CAP de transporte y, a continuación, superar un carnet de grúa autopropulsada, realizando un curso teórico-práctico de 300 horas para poder operar con autopropulsadas de hasta 130 toneladas, y de 450 horas para las mayores.
Una vez aprobado el curso, se ha de pasar un examen oficial, pero en lugares como Valencia solo tiene una convocatoria anual. Imaginaos.
Es imprescindible la implicación de las autoridades autonómicas para que sea posible hacer, al menos, cuatro convocatorias de examen anuales.
Existe una segunda vía para obtener el carnet de gruista, mediante un certificado de profesionalidad vía Formación Profesional (FP). En el caso de la Comunidad Valenciana, si bien la Conselleria de Industria ya lo tiene previsto en su web, el Ministerio de Educación no ha desarrollado la FP de gruistas: está parada desde diciembre de 2020, cuando se publicó en el BOE y se incluyó a los gruistas en el catálogo nacional de profesiones.
Con esta parálisis institucional, la única vía para obtener el carnet de gruista es presentarse a un examen con una única convocatoria anual.
En este contexto, es imprescindible la implicación de las autoridades autonómicas para que sea posible hacer, al menos, cuatro convocatorias de examen anuales. Y también la del Ministerio de Educación para desarrollar la certificación de la FP de gruista, para que sea una opción a principio del próximo curso académico, es decir, en septiembre de este mismo año.
Mientras tanto, hay que agilizar las renovaciones de carnets: se están demorando entre tres y cuatro meses y, en algunos casos, los gruistas se quedan con el carnet caducado con problemas de acceso a obras donde es obligatorio que estén en vigor.
En definitiva, la Administración debe actuar para atraer a más gruistas, para que puedan realizar las operativas y seguir impulsando nuestra actividad que también es motor de la actividad económica. Pese a ser año electoral, contamos con cada responsable, autonómico y nacional, para que esto se convierta en realidad antes de las elecciones. Quedamos en sus manos.