La OMI aprueba requisitos mínimos para la formación de los amarradores

Los amarradores españoles consideran el nuevo acuerdo de suma importancia para garantizar la profesionalidad del servicio.

11/04/2016 a las 21:37 h

Labores de amarre de un buque Las nuevas directrices de la OMI unifican los requisitos mínimos para acceder a la profesión en todo el mundo.

La Organización Marítima Internacional (OMI) ha acordado aprobar las 'Directrices revisadas sobre los requisitos mínimos de formación y capacitación del personal de amarre', cuyo cumplimiento es exigible en todos los puertos del mundo, según lo acordado en la reunión del Comité de Facilitación (FAL) del organismo celebrada entre los días 4 y 8 de abril.

Para la Asociación Española de Empresa de Amarre de Buques (AEEA), el acuerdo tiene una gran relevancia al unificar a escala global los requisitos mínimos que deben tener los profesionales del amarre de buques, lo que supone una gran paso adelante en la lucha por el logro de unos servicios de alta calidad y seguridad y "en la lucha contra la intromisión de operadores oportunistas", según señalan los amarradores españoles. 

La asociación destaca entre los aspectos más destacables del acuerdo el reconocimiento internacional de la profesión, la exigencia de formación y conocimientos mínimos, la fijación de la actividad como una profesión que se realiza en tierra y mar y el reconocimiento de que se trata de un servicio portuario de seguridad marítima

Importancia de España en las sesiones

El documento aprobado fue promovido en diciembre de 2015 por la AEEA, entidad que lo ha elaborado conjuntamente con la Delegación Permanente de España ante la OMI y que estaba siendo objeto de debates y análisis diversos en el seno de la organización desde 2011.

Aunque en un principio la posición de los amarradores españoles fue "más estricta y exigente", entienden que "lo más importante", es decir, contar con unos criterios mínimos que sean aplicables en todo el mundo, ya se ha conseguido.

Además, "la segunda cuestión importante, que era de muy difícil consecución", según la asociación, "fue lograr que se hablara de personal de amarre de forma global y no de amarradores de tierra y de amarradores a flote". Además, a partir de ahora, el servicio de amarre tiene el aval de la OMI.

Para la AEEA es importante tanto el reconocimiento de la OMI como la exigencia de unos mínimos niveles de formación, de tal forma que se garantice la profesionalidad del servicio, "máxime en estos tiempos en los que se pretende imponer la liberalización y competencia a cualquier coste, incluso el de la seguridad marítima y portuaria, indican desde la asociación. 

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