Comisiones Obreras y UGT mantienen desde hace largo tiempo una guerra abierta con la actual dirección de Correos.
Las hostilidades marcan un nuevo punto de inflexión con la convocatoria anunciada esta misma semana de una huelga general en el operador postal público para los próximos 1, 2 y 3 de junio para, según señalan, "detener el daño irreparable que se está haciendo a Correos como empresa y al servicio público postal".
Además, los sindicatos también plantean una manifestación frente al Parlamento el mismo 1 de junio.
Con esta medida, los representantes sindicales quieren protestar contra lo que denominan el "plan de desguace" que, a su juicio, se está produciendo en la compañía y que supone "su reconversión en un simple operador paquetero, donde el negocio puro y duro primará sobre el mandato de servicio público".
Al tiempo, las centrales sindicales estiman "necesario volver a replantear el futuro de Correos desde un modelo de servicio público, moderno, competitivo, eficaz y eficiente con financiación suficiente e inversiones que garanticen su viabilidad".