Una vez suspendido el paro de transporte, los transportistas de Baleares viven una situación de colapso por la acumulación de volúmenes, eventualidad que, además, convive con inminente llegada de la Semana Santa con su previsible aumento del consumo por la llegada de turistas al archipìélago.
Ante esta realidad, la patronal del transporte de Baleares pide "estos días calma a los usuarios por los retrasos en el retraso de mercancías", dado que, según la Agrupación Empresarial de Transporte de Mercancías, "vivimos una situación de overbooking, tanto en origen como en destino".
Según esta organización empresarial, los transportistas de mercancías en origen están saturados de trabajo y, además, no hay trailers suficientes para recogerlas. Aún así, el transporte marítimo está funcionando a pleno rendimiento.
En este mismo sentido, la entidad también "insiste en la necesaria creación de un Centro Logístico de Transporte en Baleares para que se pueda acoger un elevado volumen de género que agilice las descargas y el reparto", algo que supone "una reivindicación histórica del sector" para contar con una base en Mallorca que sirve para racionalizar el servicio de reparto de la mercancía que llega a las islas.
Hay que tener en cuenta que el abastecimiento de Baleares se hace principalmente a través de servicios de carga rodada, más que en contenedores, tanto por costes, como por la flexibilidad que aporta, especialmente al reducir el tiempo de espera de la mercancía en puerto y al recortar la operativa de manipulación portuaria.
Durante el paro ya suspendido, el volumen de mercancía movido en el archipiélago habría caído entre un 10% y un 15% y, al tiempo, se habría producido una reducción en la oferta de flota disponible, lo que está provocando un cierto desequilibrio que se va recuperando progresivamente.