Se agrava la escasez de conductores

Son diversos los motivos por los que cada vez es más difícil encontrar conductores. Además, este problema no es exclusivo de España. Sin embargo, pese a que los registros constatan la escasez de conductores, también hay datos estadísticos que llaman la atención.

27/10/2021 a las 21:02 h

En todos los países desarrollados faltan conductores profesionales. Mucho se ha especulado con las causas de esta situación, que son muy variadas, y que están conduciendo a un envejecimiento irreversible del colectivo, sin un relevo a la vista.

En España, la situación no alcanza los tintes apocalípticos que se están viviendo en el Reino Unido, donde la falta de chóferes está poniendo en riesgo algunas de las cadenas de suministro más críticas del país, por lo que las autoridades han iniciado acciones coordinadas con el sector para encontrar soluciones a un problema económico de primera magnitud para el país.

Según los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en el país hay, a fecha de 30 de junio, un total de 551.542 tarjetas CAP en vigor de mercancías, así como otras 345.814 de mercancías y viajeros.

Por otra parte, los registros del Ministerio de Trabajo y Economía Social correspondientes a julio de este mismo año reflejan la existencia de 19.745 conductores asalariados de camión en paro, además de otros 905 conductores autónomos de camión parados.

En total, en el país hay 20.650 conductores de camión parados. Ese mismo mes, los servicios de empleo públicos contabilizan 3.317 conductores de autobús en paro. Quizás la comparación de ambos datos confirma una de las causas de la escasez de conductores de camión: estos profesionales prefieren trabajar en el transporte de viajeros, donde, a juicio de muchos, las condiciones de trabajo son mejores, especialmente porque tienen la posibilidad de dormir en casa.

Así mismo, en julio, los datos oficiales refieren que un total de 37.710 demandantes de empleo como conductores asalariados solicitan esta ocupación en primer lugar, mientras que otros 1.592 lo hacen como autónomos.

Sumando ambos colectivos, un total de 39.203 demandantes de empleo han solicitado preferentemente empleo como conductores de camión en julio. El registro constituye un 7,11% del total de tarjetas CAP de mercancías en vigor, cifra que se coloca ostensiblemente por debajo de la mitad de la tasa de paro existente en el país, que en el segundo trimestre de 2021 era, según el INE, del 15,26%.

A la vista de registros tan contundentes, un reciente informe de Transport Intelligence calcula que la falta de conductores en España era el pasado 2019 de 15.340 conductores, con lo que el país se coloca como el sexto del Viejo Continente con mayores necesidades de conductores de camión, tras Polonia, el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.

Dos datos para la reflexión

Sin embargo, también hay dos datosrelacionados con el empleo y el paro entre los conductores profesionales que invitan a la reflexión.

Por un lado, los registros oficiales señalan que un 79,01% de los demandantes de empleo como conductores asalariados de camión y un 73,81% de los demandantes como conductores autónomos tienen más de 45 años de edad.

Es más, las estadísticas también reportan que los demandantes de larga duración, es decir, aquellos que llevan más de un año en paro, son más de la mitad de los conductores de camión parados de todo el país.

Pese a ello, la contratación de los conductores más experimentados queda por debajo de los nuevos contratos suscritos dentro del colectivo en el mes de julio.

Por otro lado, pese a la escasez de conductores, se impone la contratación temporal de estos profesionales. En concreto, un 80,76% de todos los contratos de trabajo suscritos para conductores asalariados de camión en julio han sido temporales, mientras que entre los autónomos, la contratación temporal alcanzaba el 91,89% del total del séptimo mes de 2021.

Como consecuencia, podría decirse que existe un colectivo de conductores experimentados que mes tras mes no encuentra acomodo en un sector en el que la contratación temporal es la norma, muy posiblemente debido a las difíciles condiciones económicas del sector.

Por decirlo de otra manera, existe una cierta demanda de empleo en el sector que no encuentra lo que necesita a la hora de buscar trabajo como conductor de camión y que muy posiblemente, a la vista de esta realidad, prefiera buscar acomodo en otros segmentos de actividad a los que también pueda tener acceso.

En este sentido, parecería que a igualdad de condiciones, muchos profesionales optan por irse a sectores con menos presión en cuanto a tiempos, en los que no se realizan labores que podrían considerarse fuera de las meras responsabilidades de un conductor, con posibilidad de descansar en sus domicilios a diario y con salarios similares, o incluso mayores.

Estrategias para atraer talento

Ante esta realidad se abren diversas posibilidades para intentar cubrir puestos a través de diversas estrategias.

Quizás la primera de ellas sea la formación. Los conductores requieren cada vez más toda una serie de conocimientos específicos para los que se requiere una cierta cualificación y, en consecuencia, una remuneración acorde a la responsabilidad de trabajadores que tienen a su cargo tanto un equipo de transporte valioso y una mercancía que también tiene un valor.

Por otra parte, las empresas buscan incorporar nuevos colectivos para la contratación. En este sentido, se viene fomentando desde hace tiempo la entrada de ciudadanos extranjeros en el sector, así como de mujeres, que según los registros de la IRU, constituyen solo entre el 2% y el 3% de los conductores profesionales de camión en Europa, y de jóvenes, especialmente desde que se ha reducido la edad mínima para poder acceder a los permisos de conducción profesionales.

Las empresas buscan incorporar nuevos colectivos para la contratación.

En esta misma línea, en algunos países europeos se están realizando campañas para reincorporar a la vida civil a conductores militares, aunque en el caso español esta posibilidad quedó atrás con la desaparición de la ‘mili’, que ha actuado como una fértil cantera de conductores hasta finales del siglo pasado, hace décadas.

Sin embargo, al tiempo, la contratación de ciudadanos extranjeros también presenta riesgos relacionados con la precarización laboral e incluso con posibles situaciones de tráfico de seres humanos, en los casos más extremos.

En tercer lugar, las empresas intentan adaptar sus condiciones de trabajo a las necesidades de conciliación de la vida familiar y profesional de sus conductores. Incluso muchas han introducido premios de productividad o de fidelidad, al tiempo que han ido adaptando sus retribuciones salariales a las condiciones que va marcando el mercado, aunque siempre buscando no comprometer la viabilidad empresarial en un sector muy atomizado y extremadamente competitivo.

Concretamente, muchos empresarios del sector estiman que los incentivos económicos constituyen un método a corto plazo para reducir la escasez de profesionales.

Por otro lado, las empresas de transporte también están introduciendo medidas tecnológicas que les permitan racionalizar los tiempos de conducción y descanso de sus conductores, con el fin de conseguir horarios lo más razonables posible, siempre dentro de las características de cada segmento.

Finalmente, se necesita un impulso desde las administracionespara conseguir mejorar las condiciones de trabajo del sector, especialmente en algunas actividades penosas que no están relacionadas con la conducción, como puede ser la carga y la descarga, así como mediante el establecimiento de áreas de descanso dignas, en las que los profesionales puedan realizar sus descansos reglamentarios en las mejores condiciones y sin miedo a que sus vehículos y la carga que portan puedan ser atacados.

 

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