Juan José Arnedo Medina, consejero delegado de Armesa Logística

El día después

Pasada la crisis sanitaria, los transportistas seguirán siendo cada vez más pobres y dependientes, mientras los intermediarios siguen amasando riqueza.
15/04/2020 a las 13:48 h

Alguno en esta vorágine de problemas, os habéis planteado por un momento, ¿qué nos espera cuando esto pase?, unos por estar parados y otros por no poder parar. Yo sí. Cuando esto pase, cuando todo vuelva a su orden, cuando todo vuelva a ser más o menos igual, nosotros seguiremos siendo los mismos, y cuando digo los mismos, digo los mismos.

Seguiremos siendo los que nos arrastraremos ante los clientes para que a cambio de que nos den trabajo, nos sigan pagando lo que quieran. Seremos los que seguiremos pasando por donde nos marquen esos logísticos intermediarios que nos imponen fórmulas y formas de trabajo que nunca debiéramos de aceptar.

Y seguiremos siendo los que a cambio de tratarnos con desdén, seguiremos y seguiremos siendo los que favoreceremos que las mercancías que se producen en nuestro querido país, sigan llegando a todas partes para ser consumidas.

Pero también seguiremos siendo los que hicimos, hacemos y haremos posible que todos esos intermediarios, oficinas de compras, centrales de compras, operadores y demás fauna, sigan amasando riqueza, mientras que el transportistas es cada vez más pobre y dependiente.

[sumario]Saldremos en tromba a tratar de salvar los muebles, pero más debilitados frente a todos estos explotadores sin escrúpulos.[/sumario]

Hago esta reflexión porque ni tan siquiera en estas circunstancias que vivimos, toda esta fauna tiene cuanto menos la delicadeza de callar, no ya de hacer, pero si debían de callar, y lejos de todo ello, ellos a lo suyo, a por las 44 toneladas, a por los dúo tráiler, a seguir obligando a empresa y trabajador transportista a seguir cargando y descargando, con los riesgos añadidos que siempre han llevado esas operaciones, cuando jamás han pactado nada y mucho menos lo han pagado, siempre lo han impuesto.

Por supuesto, a seguir obligando al uso de los palets de intercambio, porque para ellos es una fuente de riqueza, aunque los mismos lleven, que lo llevan, todo tipo de inmundicias y contaminantes, que aunque se ha denunciado a las autoridades sanitarias, nada han hecho; pero eso poco importa, pues estoy por decir que aunque esto que estamos pasando hubiera sido producido por esos palets de intercambio, ellos seguirían a lo suyo.

Poco halagüeño va a resultar pues para el transporte el día después, pues saldremos en tromba a tratar de salvar los muebles (la empresa y lo que conlleva), pero más debilitados frente a todos estos explotadores sin escrúpulos, y seguiremos los que quedemos después de la sangría económica que estamos padeciendo por trabajar para que nada falte a la sociedad a la que nos debemos, con las vueltas en vacío que nadie de todos estos entiende que nos tenga que compensar, siquiera mínimamente.

Bien y para terminar, el día después, no haremos, ni podremos hacer aquello que hoy estamos dejando pasar conseguir, seguiremos con las zorras dentro del corral guardando las gallinas, y las empresas de transporte por carretera, las que tienen los camiones, devoradas en silencio.

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